El general español Valeriano Weiler fue nombrado capitán general de la isla de Cuba en 1896, durante la guerra que enfrentó a la colonia con España. De Weyler se cuenta que era muy avaro y poco dado a gastos innecesarios. Cuando uno de sus hijos le envió una carta pidiéndole 500 pesetas, él le respondió a la vuelta del correo: "Ahí te envío las cincuenta pesetas que me pides, y te advierto que cincuenta se escribe con un solo cero".
Pitágoras revolucionó las matemáticas, la geometría…y a la ciudad de Crotona. Allí fundó una escuela filosófica muy severa que prohibía a sus miembros reír, comer habas u huevos o vestir libremente. Además durante los cuatro primeros años de aprendizaje el maestro sólo se dirigía a sus alumnos mediante lecciones escritas. Los crotonenses acabaron tan hartos de los pitagóricos que los echaron a patadas.
Gaspar de Guzmán y Pimentel (1587-1645)), conde-duque de Olivares, encargó a una comisión de expertos estudiar la posibilidad de unir mediante canales los cauces del Tajo, el Jarama y el Manzanares. Pero el proyecto le fue denegado. Cuando el valido preguntó por qué, uno de los especialistas respondió: "Si Dios hubiera querido unir estos ríos, le habría bastado con expresar su voluntad. Hacerlo, pues, sería intentar mejorar la creación, y eso es del todo inadmisible".
Miguel de Unamuno no pudo evitar la influencia de un deporte como el fútbol. En una carta escrita el dos de diciembre de 1926 a su amigo, el escritor Juan Antonio de Zunzunegui, afirmaba que el fútbol es "un medio de regeneración social que apaga la sensualidad, aleja de las tabernas y los prostíbulos a los hombres, mejora el alma y da elasticidad al cuerpo".
El primer hombre que dio la vuelta al mundo, Juan Sebastián Elcano, fue traficante antes que marinero, y lo fue por tradición familiar. Su madre Catalina Portu, enviudó, y para sacar adelante a sus nueve hijos, entre ellos Juan (1476-1526), se dedicó al contrabando con maestría. Elcano se especializó en adquirir tejidos en Flandes y venderlos en Francia o España de forma ilegal, hasta que su gran pasión por el mar, y algunos problemas con la justicia, le hicieron embarcarse en busca de aventuras y riquezas.
Los frescos del juicio final de la capilla Sixtina, pintados por Miguel Ángel, guardan un secreto por lo que respecta a su autoría. En la parte central aparece la figura de san Bartolomé con la piel desollada. Su cara es el autorretrato de Miguel Ángel. Quizás el pintor quisiera dejar un testimonio personal del fatigoso ritmo de trabajo impuesto por el papa Pablo III, que le exigía gran dedicación y esfuerzo.
Damocles fue un cortesano del tirano de Siracusa Dionisio I el Viejo (siglo IV a. C.)que siempre andaba criticando la vida regalada de su señor. Dionisio, harto de soportar la envidia de su subordinado, quiso que este probara lo difícil y pasajero que era su oficio, por lo que le invitó a ocupar su trono durante un festín. Para su sorpresa, Damocles descubrió que sobre él colgaba una espada desnuda suspendida de una crín de caballo. Comprendió así la amenaza que suponía el poder.