Las guerras antiguas se decidían con unos pocos miles de muertos. La Gran Guerra fue una guerra de potencias industriales muy pobladas en las que se derrochó sangre y material. Sus cifras resultaron tan pavorosas y desacostumbradas que se pensó que sería la última de las guerras. Participaron en ella, en números redondos, más de 65 millones de combatientes de 30 países de los cuales murieron unos 10 millones (seis de los aliados y cuatro de los imperios centrales). Contando los muertos indirectos de la guerra (civiles muertos por hambre y enfermedades favorecidas por el hambre) se podría elevar la cifra a 19 millones. Poca cosa comparada con la cifra de la Segunda Guerra Mundial, entre 45 y 60 millones de muertos.
Para elevar la moral del soldado, el
ejército francés favorecía la institución de «madrinas de guerra»,
corresponsales voluntarias que escribían al amadrinado largas
cartas y, sobre todo, que recibían sus confidencias y desahogos. La
redacción de una carta y la espera de la respuesta se revelaron una
medicina casi milagrosa contra las depresiones y la «fatiga de
trinchera».
La de las madrinas era una correspondencia no necesariamente
amorosa, aunque, por supuesto, el soldado esperaba conocer
personalmente a la chica, quizá durante un permiso, y merecer un
trato de mayor proximidad. Sugerentes postales nos muestran al
'poilú', (peludo, como llamaban familiarmente al soldado francés)
en amoroso diálogo con su madrina o incluso encamado con ella.
Soldados y madrinas intercambian también regalos en cumpleaños o
fechas señaladas. Las madrinas obsequiaban a sus ahijados con
paquetes de comida o ropa de abrigo tejida por ellas mismas.
A cambio recibían alguna obra de artesanía en la que los 'guripas'
invertían las horas muertas: broches confeccionados con esquirlas
de metralla, lapiceros a partir de cartuchos de balas, monederitos
hechos con carcasas de granadas de mano, fruslerías así.
La institución de las madrinas de guerra se transmitió a España
durante las guerras de Marruecos e inspiró a Miguel Mihura una
comedia en dos actos, 'La madrina de guerra', estrenada en
1922.
Durante nuestra Guerra Civil muchas jóvenes falangistas y
'margaritas' navarras aceptaron con entusiasmo el madrinazgo como
una contribución de la mujer al triunfo de las armas
nacionales. En el bando republicano no hubo tantas madrinas porque
las autoridades temían que un aumento significativo de la
correspondencia con retaguardia desbordaría de trabajo de la
censura militar que supervisaba las cartas del frente.
La espía más famosa de la gran guerra fue una
chica holandesa llamada Margaretha Geertruida Zelle, aunque mucho
más conocida por su nombre artístico de Mata Hari. Hija de un
oficial holandés y una javanesa, había cumplido ya los 40 pero,
aunque era más bien feílla, conservaba una envidiable figura.
La chica se hacía pasar por princesa de Java y se ganaba la vida
como bailarina exótica de 'striptease'. Su sensual versión de la
danza de los siete velos, que la dejaba al final desnudita como una
bandeja de plata, levantaba relinchos entre el público masculino y
era muy aplaudida en los cabarets de París. Mata Hari, como tantas
'demimondaines' de su oficio, practicaba también la prostitución de
alto standing con sus admiradores más pudientes.
Cuando empezó la guerra se trasladó a Madrid y redondeó sus
ingresos actuando como espía a favor de Alemania. Era Madrid,
capital de un estado neutral, un hervidero de espías, especialmente
en los salones de los hoteles Palace y Ritz recientemente
inaugurados, en los que se citaban los diplomáticos acreditados en
las embajadas. La sensual javanesa obtenía sus informes de
oficiales de alta graduación a los que, después de la expansión
venérea, a la hora del cigarrillo reponedor, sonsacaba información
reservada.
Informado el contraespionaje francés de que Mata Hari y la espía
alemana H-21 eran la misma persona, aguardó a que atravesara la
frontera en una de sus periódicas visitas a Francia y la detuvo.
Condenada a muerte, la fusilaron una fría madrugada de octubre, en
el bosque de Vicennes, cerca de París.