Desde hace cuatro años, a principios de junio, Albendiego se transforma en un escenario en el que, en cada rincón, florece un espectáculo. Todo el pueblo se convierte en un circo.
Albendiego es una aldea de 43
habitantes, uno de esos preciosos lugares que serían
olvidados si no fuese porque junto al pueblo se encuentra la ermita
de santa Coloma, una joya del románico.
Imagino el shock de los vecinos cuando, en la primera edición del
MYAU, vieron las calles, a diario casi desiertas, llenas de niños
corriendo detrás de cualquier cosa en movimiento, de adultos
que
caminaban sin prisa y de perros que dormitaban plácidamente o vigilaban con discreción para que el dueño no se les despistase. En general, los vecinos están encantados con que el circo venga hasta su pueblo y poder disfrutar de un espectáculo de gran calidad a la puerta de su casa.
El festival MYAU llega a su IV edición y se consolida como uno de
los referentes del mundo circense en España. El objetivo de este
festival de malabaristas, artistas de circo y espectáculos
callejeros, es crear un punto de encuentro de aficionados,
profesionales, y curiosos del mundo del circo en un entorno natural
como el de la Sierra de Pela. También pretende ser un encuentro
entre las diferentes generaciones del circo y un momento de
relajación y diversión para todo el público en general y, en
especial, para los artistas.
Las actividades se pueden dividir en tres grandes bloques: el circo
de calle, los talleres y la gala. Para los talleres y el circo de
calle cualquier sitio es bueno, el salón del ayuntamiento, la
ermita de santa Coloma, el frontón del pueblo… La gala se celebró
las noches del viernes y el sábado en la enorme carpa de circo con
capacidad para 400 personas. Por este espacio han pasado artistas
internacionales de primer orden. Tras las galas, la fiesta continuó
con varios conciertos. Como ya es tradición la mañana del domingo
se celebró la divertida cadena de tartazos, seguida de una comida
popular y más actuaciones.