En el paisaje urbano de Zorita aún se aprecian los rasgos de una típica ciudad andalusí: alcazaba, recinto fortificado en lo alto de un cerro que domina la villa y el territorio; y la medina, o ciudad propiamente dicha, rodeada por una muralla que la separaba de los arrabales.
Desde su privilegiada atalaya, Uceda se asoma al valle del Jarama ofreciendo unas preciosas vistas de la sierra norte de Madrid. Su situación estratégica, ideal para la defensa, la convirtió en un enclave codiciado por romanos, visigodos, árabes y cristianos.
Es difícil no quedar cautivado por los encantos de este pequeño pueblo que ha sabido combinar Historia y Naturaleza, y a la vez tradición y modernidad.
Buendía tiene dos preciosas rutas para los amantes de la naturaleza y las curiosidades: la ruta de las caras en la orilla del embalse de Buendía y la ermita de los Desamparados, situada en el cañón del río Guadiela.
Lejos de las autovías y carreteras principales que surcan la Comunidad de Madrid, escondida, casi oculta y desconocida para la mayoría, Puebla de la Sierra renace hoy gracias a que ha sabido recuperar el modo de vida de las gentes de antaño, sin renunciar a los avances técnicos del presente.
El Parque Natural del Monasterio de Piedra nos ofrece una de las experiencias más gratificantes que se pueden encontrar en el mundo, a través de un recorrido por un vergel insólito en torno al agua: sus cascadas, grutas y lagos, nos evocan un lugar fantástico.
Revista Solana 75, Monasterio de Piedra (II), Excursiones Guadalajara, Zaragoza, Nuevalos, Turismo Guadalajara, Pueblos Guadalajara
Calmarza está situada en el centro del Cañón del río Mesa, escondida tras impresionantes paredes de roca caliza. Pocos son los que se acercan a este lugar, apartado de los circuitos turísticos pero que conserva un patrimonio natural de enorme belleza.
Mochales, Pueblos de Guadalajara, Turismo Guadalajara, Cañon Rio Mesa, Revista Solana 78
La carretera serpentea por el desfiladero entre los abruptos muros del río Mesa. Dejamos atrás Algar de Mesa y, poco a poco, las enormes paredes de piedra se van abriendo y suavizando. Al doblar una curva un pairón nos avisa de la cercanía de Villel de Mesa.
Algar de Mesa se asoma como un balcón al hermoso valle del río Mesa, que en este pueblo se despide de las tierras de Guadalajara para internarse en la provincia de Zaragoza.
Guijosa es mucho más que su bello castillo: al pasear por sus solitarias calles descubrimos rincones únicos detenidos en el tiempo.
Carabias es un pueblo minúsculo, sus ocho habitantes han evitado que pase a engrosar la lista de pueblos abandonados. Pese a su tamaño, alberga una de las joyas del Románico en Guadalajara.
Bujalcayado estuvo a punto de engrosar la lista de pueblos abandonados de Guadalajara. Durante muchos años solo una persona recorría sus maltrechas calles; sin embargo, desde hace poco tiempo, nuevos vecinos han venido a compartir la soledad de este páramo.
En esta pequeña pedanía habita la tranquilidad, el silencio solo se rompe por el murmullo del agua de sus fuentes. Parece que aquí se ha conseguido la armonía entre la naturaleza y la obra del hombre; entre lo nuevo y lo viejo.
Dejamos atrás los espesos bosques de pinos del macizo de Ayllón en la sierra norte de Guadalajara para encontramos con Galve de Sorbe, vigilado desde su atalaya por el castillo de los Estúñiga. Las vacas que pacen junto a la carretera nos indican que la ganadería, especialmente de vacuno, sigue siendo el principal motor de la economía del pueblo.
Cantalojas se extiende en la llanura caliza de la Sierra de Ayllón, rodeado por el parque natural de Tejera negra. Típicamente serrana, su arquitectura se estructura en anchas calles y plazas y casonas de sillar con decoraciones de blasones.
Expropiado por el ICONA en 1971 y reconstruido gracias al Programa de recuperación de pueblos abandonados hoy es el mejor ejemplo de la arquitectura negra. Caminar por sus hermosas calles es transportarse a otro tiempo en el que las cosas sencillas eran las protagonistas.
Talamanca de Jarama se encuentra en la comarca de la Campiña, delimitada por las vegas del río Jarama y su afluente, el Henares. La villa posee un rico patrimonio histórico-artístico y en ella se conservan los vestigios románicos y románico-mudéjares de mayor valor arquitectónico con que cuenta el nordeste madrileño.
La villa de Ayllón se encuentra en la parte noreste de la provincia de Segovia, lindando con las provincias de Guadalajara y Soria. Durante muchos años, debido a su ubicación, fue la cabecera de una comunidad de villa y tierra que englobaba pueblos de las tres provincias denominada
La villa se asoma al embalse de Linares encaramada a un espolón rocoso. Desde su atalaya parece haberse quedado atrapada en la Edad Media. Solo los coches aparcados con descuido indican que el pueblo está habitado; nadie camina por sus calles milenarias atrapadas en el limbo del tiempo.
Ubicado junto a la N-1 Buitrago es, sin lugar a dudas, el pueblo más emblemático de la Sierra Norte de Madrid. Se levanta en el valle medio del Lozoya, a los pies del puerto de Somosierra y en plena sierra de Guadarrama. Es el único pueblo de la Comunidad de Madrid que conserva íntegro su antiguo recinto amurallado.
Terzaga es un pueblo de orígenes remotos, con el nombre Tercage y Tercegüela, aparece en algunos documentos del señorío molinés del siglo XII siempre en relación a sus salinas. De origen bereber, la palabra Tercage significa sabinar.
Situado en las lejanas tierras del señorío de Molina de Aragón, Cobeta es un pueblecito de angostas calles y robustas casas de piedra rosada. Su caserío está dominado por la única torre que se conserva de su antiguo castillo.
Al norte de Atienza se esconden un racimo de pueblos desconocidos para la inmensa mayoría. Casillas linda con la provincia de Soria y está situado en un páramo de amplias vaguadas y cerros bajos. Su término municipal está prácticamente desprovisto de árboles, acaso pequeñas islas de chopos u olmos salpican el desolado páramo.
En las estribaciones de la sierra de Pela, rodeado de cerros pelados, peinados por el arado y transitados antaño por numerosos rebaños, se encuentra Bochones, situado a 10 kilómetros al norte de Atienza, Ayuntamiento al cual pertenece.
Esta villa de origen antiquísimo es considerada la capital de la Alcarria. Su bello casco histórico está perfectamente conservado y sus estrechas y sinuosas calles encuentran su contrapunto en la espaciosa plaza de la Hora a la cual se asoma imponente el Palacio Ducal, donde pasó recluida sus últimos años la princesa de Éboli.
Pastrana es un pueblo de calles estrechas, rincones secretos y tesoros ocultos. No es un lugar para beberlo de un trago, para conocerlo hay que tomarse un tiempo y disfrutar de sus encantos, sorbo a sorbo, para no emborracharnos y asimilar tanta belleza. En este número descubrimos una de las principales joyas de Pastrana: la iglesia-colegiata con sus sorprendentes museos.
Situado al sur de la provincia de Soria Retortillo es un pueblo medieval en cuyo término municipal proliferan los yacimientos arqueológicos de los distintos pueblos que han habitado estas tierras desde el Neolítico. Celtíberos, arevacos, romanos, visigodos, árabes y cristianos dejaron su huella en este lugar.
Esta localidad se encuentra en lo más alto del ancho valle del Cañamares, al pie de la sierra Pela, que separa la provincia de Guadalajara de la de Soria. El nombre parece indicar su existencia, en forma de castro o poblado, ya en la época romana. Desde la Reconquista estuvo adscrita al Común de Villa y Tierra de Atienza.
Parece que la historia ha querido que Miedes de Atienza sea un pueblo fronterizo: lo fue en tiempos de la Reconquista y lo es ahora como último pueblo de Guadalajara. A pocos kilómetros siguiendo su estratégico desfiladero entramos en tierras sorianas y llegamos a Retortillo.
Durante los meses de verano y otoño Bañuelos parece un oasis en el páramo de tierra roja y rastrojos resecos. El agua que brota de sus fuentes ha creado una isla verde, que contrasta con la dureza de estas tierras que vieron el paso del Cid hacia su destierro.
Este es un pueblo de transición entre la serranía y la campiña de Guadalajara, en sus calles se mezclan ejemplos de construcciones típicas de ambas comarcas. A un kilómetro se encuentra el enorme embalse de Alcorlo, que retiene las aguas del río Bornova.
Fundado por santa Teresa de Jesús en 1569. Estuvo ocupado por frailes Carmelitas hasta la desamortización de Mendizábal (1836). Más tarde, en 1855, fue ocupado por la Orden Franciscana, que lo utilizó como seminario para formar a los misioneros que enviaban a extremo oriente.
A 1.033 metros de altitud se levanta Sienes, un pequeño oasis enclavado en las faldas de los montes de Valdehuzmendo y Torrellana (1.221 metros de altitud), en las estribaciones de la sierra Ministra. Gracias a sus más de 80 hectáreas de regadío proliferan una gran cantidad y diversidad de árboles frutales, choperas, fresnos, sauces, nogales y cultivos herbáceos.
Para llegar a este minúsculo pueblo hay que perderse: alejado de las principales vías de comunicación y los circuitos turísticos, pocos son los que llegan a visitar sus calles sin nombre.
La Villa de Sepúlveda, situada en la provincia de Segovia, está declarada Conjunto histórico-artístico desde el año 1951 y, sin duda, es una de las poblaciones con más encanto de Castilla.
Cruzar la puerta que cierra las murallas y pasear por sus calles sin coches es viajar a la Edad Media. Pedraza ha sido capaz de resurgir de sus cenizas y recuperar el esplendor de épocas pasadas. Su enorme plaza mayor es el corazón de la villa y reúne algunas de las joyas de la arquitectura popular medieval.
Existen pocos lugares como Pedraza donde poder disfrutar de un paseo que te transporte a la Edad Media. Sus calles sin coches y la tranquilidad del entorno invitan al sosiego de un mundo perdido.
Muchos son los detalles que conforman Uclés como una población típicamente castellana con reminiscencias árabes, vestigios judaicos y estructura cristiana y con todos los estilos representados. Sin duda el edificio más emblemático es su enorme monasterio levantado por la Orden de Santiago.
Segóbriga constituye una de las ciudades romanas mejor conservadas y el más importante conjunto arqueológico de la meseta meridional. El espacio sobre el que se ubica la ciudad, impulsada por el emperador Augusto, estuvo ya habitado por culturas prerromanas como demuestran yacimientos próximos atribuidos a los celtas y que posteriormente serían romanizados.
La historiografía tradicional ha venido definiendo a la ermita de San Baudelio de Casillas de Berlanga como «la Capilla Sixtina del arte mozárabe» y, desde siempre, ha sido una de las construcciones peninsulares que más misterio y controversia ha generado entre historiadores y especialistas.
El conjunto amurallado mejor conservado de Soria es la villa medieval de Rello, rodeada por una muralla del siglo XIV, a 70 kilómetros de la capital de la provincia. Es un pequeño y apartado pueblo marginado por las instituciones y al margen de cualquier camino.
Fraguas es un proyecto de okupación rural comunitario de la sierra norte de Guadalajara. Desde la primavera de 2013 un grupo de jóvenes está reconstruyendo las ruinas del antiguo pueblo. Su objetivo es luchar por la comunidad, el autogobierno, la autosuficiencia y la autogestión.
La Riba de Escalote no tiene escuelas ni tiendas, aunque llegó a tener más de 300 vecinos a principios del siglo XX. El Instituto Nacional de Estadística ha señalado a esta localidad como singular: es el municipio más envejecido de España, con una edad media cercana a los 76 años.
Este minúsculo pueblo ha estado varias veces a punto de desaparecer debido a las malas comunicaciones y a la nula inversión en infraestructuras por parte de la administración. En invierno está prácticamente deshabitado, aunque en verano su población alcanza las 40 personas, que buscan refugio en sus angostas calles y bellos parajes a las altas temperaturas estivales.
En lo más alto del páramo, a la orilla izquierda del Tajo, muy cerca del valle del arroyo Merdero, se asienta el pequeño pueblo de Peñalén. Son muchos los senderistas y amantes de la naturaleza que eligen este lugar como punto de partida para sus excursiones por el cañón que forma el río Tajo.
Con apenas 70 habitantes este pueblo reúne numerosos tesoros del pasado en su término municipal: fósiles, tumbas visigodas, un poblado íbero, etc. Pero, sin duda, su mayor singularidad fue la producción de vidrio desde el siglo XVI hasta bien entrado el siglo XIX.
Villanueva de Alcorón fue, y sigue siendo, el pueblo más importante de la comarca: antaño su mayor riqueza venía de la lana de sus rebaños de ovejas, en el siglo XX la planta de procesado del caolín dio trabajo a buena parte de la población. Hoy aporta los servicios básicos a los pueblos de la comarca como la escuela, la farmacia y el centro médico.
Debido a su situación geográfica Zaorejas es considerada por muchos como la capital de la comarca del Alto Tajo. El pueblo cuenta con dos pedanías: Villar de Cobeta y Huertapelayo.