Uno de los alimentos imprescindibles en la cocina es la cebolla, prácticamente podemos tomarla y cocinarla de todas las maneras posibles y sirve para condimentar cualquier plato. Pero además de sus propiedades culinarias, las propiedades nutricionales e incluso medicinales de la cebolla hacen que sea un alimento muy recomendable.
Probablemente la cebolla proviene del sudoeste de Asia. Desde los tiempos de los antiguos egipcios ha sido cultivada en climas benignos y rara vez aparece como planta silvestre. El principal componente de la cebolla, con diferencia, es el agua, pues supone el 90 % de su composición. Por ello, sorprende que en el 10 % restante encontremos tantos nutrientes y con tantas propiedades beneficiosas.
Circulación: La cebolla contiene aliina y alicina. Estos componentes son muy importantes para la salud cardiovascular al evitar la formación de coágulos en la sangre y mejorar la circulación sanguínea.
La cebolla es un buen alimento para combatir enfermedades como la
arterioesclerosis o la mala circulación. También es muy efectiva
contra el colesterol, la hipertensión o la angina de pecho, así
como contra las hemorroides, la pérdida de audición, etc. Una
manera efectiva de tomarla es macerando 300 gr de cebolla en un
litro de agua durante 12 horas. y tomando tres vasos del preparado
al día.
Diurética: Debido a su alto contenido en potasio,
ácido cafeico, glicólico, aceites esenciales y flavonoides, la
cebolla tiene propiedades diuréticas. Favorece la eliminación de
líquidos corporales y sustancias residuales del metabolismo. Es un
alimento especialmente indicado en casos de obesidad, en dietas
para perder peso, o en retención de líquidos por reumatismo,
gota e insuficiencia renal. El modo de tomarla en estos casos es
comerla cruda o macerando 50 gr de cebolla machacada en un litro de
vino y tomando después tres copas del brebaje.
Junto con el ajo y los puerros, la cebolla constituye uno de los mejores antibióticos naturales. Gracias a sus compuestos ricos en azufre tiene propiedades bactericidas y es uno de los mejores remedios naturales para combatir procesos infecciosos. Es muy efectiva contra las infecciones del aparato digestivo: putrefacciones intestinales, gastroenteritis, diarrea, etc. También puede ayudar a combatir enfermedades de transmisión sexual como la gonorrea. En estos casos la forma más efectiva de tomarla es la decocción durante una hora de la misma cantidad de cebolla que de agua. Después se le añade 1/5 parte de miel y 1/3 de azúcar, se remueve hasta que tenga consistencia y se toman tres tazas al día.
Antiinflamatoria: Debido a su contenido en
quercitina, la cebolla es adecuada para aliviar las inflamaciones
del intestino en afecciones como la enfermedad de Crohn, síndrome
del intestino agujereado o la intolerancia al gluten. Para ello hay
que cocer una cebolla con piel en un litro de agua y beber el agua
resultante a lo largo del día.
Podemos considerar a la cebolla como un alimento medicina para
las enfermedades respiratorias. Es muy efectiva contra el asma,
tos, gripe, bronquitis, faringitis, etc.
Sus principios activos se encuentran en los aceites esenciales:
disulfuro de alilo y tiosulfinato, además de su alto contenido en
el flavonoide quercitina, con propiedades mucolíticas,
expectorantes, antiinflamatorias y antitusivas. Lo más recomendable
en estos casos es comerla cruda y machacada o cortada en rodajas
muy finas, que es como mejor conserva sus principios, (jarabe de
cebolla y miel, vahos de cebolla en agua hirviendo, sopa de
cebolla). Estos tratamientos naturales son un complemento muy
adecuado a los tratamientos con antibióticos.
Ronquera: La cebolla mezclada con miel a partes
iguales aclara la voz y soluciona el problema de la ronquera. Para
ello hay que tomar 3 cucharadas diarias del jugo de la mezcla con
miel.
Propiedades digestivas: Favorece la digestión al estimular el hígado, la vesícula y el páncreas. Debería evitarse en los casos en que exista hiperclorhidria (acidez de estómago), así como en estómagos delicados.
Alergias: La quercitina, resulta muy útil para
disminuir las reacciones alérgicas producidas por el polen. Un buen
remedio consiste en macerar una cebolla pelada y troceada en un
vaso de agua durante un par de minutos.
Pérdida de audición: El jugo de cebolla se ha
utilizado para frenar el proceso de pérdida de audición, para ello
introducir unas gotas de jugo de cebolla en el oído.
Acné: Debido a su contenido en azufre y ácido
glicólico, las cebollas y los ajos deberían incluirse en a dieta
contra el acné.
Estimulante: Para aumentar el efecto estimulante
de la cebolla se pueden añadir a la ensalada unas semillas de
comino, el cual se usa para las personas que sufren problemas de
estrés.
Osteoporosis: Según estudios realizados en Suiza
se ha demostrado que comer cebolla diariamente favorece el
desarrollo del tejido óseo, disminuyendo en un 20 % la
osteoporosis.