Se trata de un pequeño sapo ibérico que se distribuye por Portugal y la región limítrofe del centro y oeste de la península. Este pequeño sapo tiene hábitos crepusculares y nocturnos. Es un depredador generalista de invertebrados terrestres, principalmente hormigas.
Sapo cuya longitud máxima no excede los
5 cm. La cabeza es ancha y corta, con el hocico redondeado.
Los ojos, de disposición lateral, son grandes y prominentes, siendo
la pupila vertical y el iris dorado con manchas negruzcas. El
tímpano y el pliegue gular son bien visibles, al contrario de las
glándulas parotídeas, que son reducidas y casi imperceptibles. El
cuerpo es corto y rechoncho con unos miembros cortos y fuertes. Los
miembros anteriores están semienvueltos en la piel del tronco y
presentan 4 dedos, que no están unidos por una membrana
interdigital. En las manos de las patas anteriores aparecen dos
tubérculos metacarpianos. Los miembros posteriores tienen una
membrana interdigital muy reducida, con un tubérculo metatarsiano
cónico-truncado hacia adelante y sin tubérculos subarticulares en
los dedos. La piel tiene una textura lisa y fina en la cara y los
dedos, pero en el dorso y por la cara ventral presenta una ligera
granulación, que está ausente en la cara interna de los brazos y
patas y la externa de los muslos, así como en la parte inferior de
la cara ventral del abdomen.
La coloración dorsal es terrosa, con manchas verdes o
amarillentas. Sobre los gránulos del dorso aparecen pequeñas
manchas anaranjadas. La superficie ventral es blanca con ligeros
tintes rosados. Se han encontrado ejemplares albinos tanto en
adultos como en larvas.
Existe poco dimorfismo sexual, revelándose en un tamaño
ligeramente superior en las hembras que en los machos. Las larvas
son grandes, alcanzando hasta 7 cm de longitud. Presentan un
espiráculo en posición medioventral. La cresta se inicia en la
parte posterior del cuerpo y es convexa dorsalmente. La coloración
del dorso es similar a la del adulto, siendo la parte ventral
clara.
Ocupa bosques esclerófilos y dehesas de encinas (Quercus
ilex) y alcornoques (Quercus suber), también está
presente en pinares y matorrales de Quercus coccifera o
Cistus spp. El suelo sobre el que habita suele ser blando,
granítico-arenoso, debido a las costumbres excavadoras de los
adultos.
Suele ocupar hábitats a baja altitud, entre los 0 y los 1210
metros sobre el nivel del mar. En las zonas en las que
convive con Alytes obstetricans, A. cisternasii
suele ocupar niveles más bajos y laderas más cálidas.
Su actividad es predominantemente crepuscular y nocturna. Los
machos empiezan a cantar desde sus refugios antes de la puesta de
sol, y machos y hembras vuelven a ocultarse antes del alba. El
rango de temperatura y humedad donde desarrollan su actividad es el
más restringido de la comunidad de anfibios (entre 10 y 15 º C y
entre 90-100 % humedad). En verano, en ausencia de lluvia, los
adultos suelen estar inactivos. Las larvas están activas en el agua
durante su desarrollo y hasta la metamorfosis o la desecación de la
masa de agua.
Cuando es molestado puede emitir llamadas de peligro, que se
escuchan más frecuentemente en las hembras. Estas vocalizaciones
presentan una estructura diferente de las llamadas de apareamiento,
siendo más largas, de frecuencia más alta y con una notable
estructura armónica. Por otro lado, sus secreciones venenosas son
menos activas que las de A. obstetricans, posiblemente
debido a una presión de selección menos intensa por
depredación.
Cuando detectan la presencia del cangrejo americano
(Procambarus clarkii), los renacuajos de Alytes
cisternasii disminuyen el uso de refugios y acuden a las
orillas, lejos de las zonas profundas.
Se trata de un depredador generalista de caza a la espera. Se alimenta de diversas especies de himenópteros (sobre todo hormigas), coleópteros, dermápteros, larvas de distintos insectos, arañas y gasterópodos. Su actividad es principalmente crepuscular y nocturna.
La época reproductiva es algo variable en función del área geográfica. En la zona de la Extremadura española tiene un ciclo marcadamente otoñal y explosivo, que se inicia con las primeras lluvias sustanciales de otoño (septiembre octubre) con las que empiezan a oírse coros vigorosos y se observan los primeros apareamientos. Cuando los cursos de agua temporales ya están formados (aproximadamente un mes más tarde) se observa a los machos soltando las puestas que portan en sus patas traseras.
Más al norte, en la Comunidad de Madrid, la fenología es menos
explosiva pudiéndose encontrar machos con puestas en todos los
meses del año. En zonas donde la influencia atlántica es más
patente, como en la mayor parte de su distribución en Portugal, la
fenología puede ser más variable y hasta primaveral, dependiendo de
la localidad y la climatología, aunque siempre es imprescindible
que haya precipitaciones y disponibilidad de masas de agua para
soltar las puestas. También que estas masas de agua sean lo
suficientemente permanentes y se encuentren libres de depredadores
introducidos para permitir su, relativamente largo, desarrollo
larvario.
Al igual que en el resto de los Alytes, el canto de
apareamiento del macho es un corto silbido que suena como la vocal
"u". Se trata de uno de los sonidos tonales más simples dentro de
los anuros y, aunque algo más agudo, recuerda al canto del autillo
(Otus scops), pero este último es más largo y con una
ligera modulación de frecuencia. En esta especie, la llamada de
apareamiento es una sola nota de corta duración repetida a
intervalos muy variables de unos 3,3 s. de media.
Las hembras muestran mayor preferencia por la tasa de repetición
de la llamada más intensa que por la frecuencia dominante. La
preferencia es mayor cuando los estímulos son emitidos con una
intensidad más alta.
Las hembras receptivas se aproximan a los machos fonadores
saltando y con carreras cortas. Frecuentemente se paran y giran
sobre sí mismas, presumiblemente para localizar con precisión la
fuente del sonido. En esta especie no se han descrito luchas
físicas entre hembras por acceder a los machos. Durante la
aproximación las hembras emiten cantos de respuesta a las llamadas
del macho. Estas llamadas podrían servir para hacer emerger a los
machos cuando cantan desde refugios, pues se ha observado que estos
salen a campo abierto cuando escuchan respuestas acústicas a sus
cantos emitidos bajo tierra.
Cuando la hembra responde vocalmente al macho, este comienza a
cantar más rápido y a mayor intensidad. El amplexus
(apareamiento) comienza cuando la hembra se acerca al macho hasta
tocarle y se agacha, como intentando introducirse bajo el cuerpo
del macho, situando su cuerpo en el mismo sentido que el de este.
Entonces, el macho comienza un laborioso amplexus,
mientras abraza a la hembra por la región inguinal, que puede durar
desde 23 minutos hasta más de 45. Con la suelta de los
Sapo partero ibérico
Alytes cisternasii
Discoglósidos
Anuros
45 mm.
Hasta 6 años
Residente
huevos de la hembra se produce el primer espasmo, en el que el cuerpo de la hembra adquiere una postura que recuerda el «unkenreflex»: los miembros posteriores están flexionados con los talones juntos y enfrentados a su región cloacal, la cabeza levantada del suelo, la espalda arqueada y las patas delanteras extendidas, todo ello con fuertes temblores que le sacuden todo el cuerpo. Con el primer espasmo, la hembra suelta un cordón de unos 40 huevos, de menos de 3 mm de diámetro, unidos a modo de rosario por un cordón transparente muy elástico y flexible. Dicho cordón queda entre sus patas flexionadas, entre los tobillos y la cloaca. Unos segundos después el macho deja de abrazar a la hembra por la región inguinal y mueve su cuerpo hacia delante para abrazarla por la cabeza o el cuello (amplexus cervical). En este momento tiene lugar la suelta del esperma, apreciándose varias compresiones laterales del cuerpo del macho. El macho introduce repetidamente sus patas posteriores entre la masa de huevos. Mediante movimientos de gimnasta de una o ambas patas entre los huevos, el macho enrolla el cordón de la puesta entre sus patas y se forman varias vueltas alrededor de sus tobillos. Finalmente, el macho suelta a la hembra, llevando consigo la masa de huevos.
Más de la mitad de los machos cargan más de una puesta, en
ocasiones hasta tres o cuatro. Las distintas puestas de un mismo
macho se consiguen en noches consecutivas o próximas y no existen
grandes diferencias de desarrollo entre ellas cuando son soltadas
de forma simultánea.
Tras un período aproximado de un mes de desarrollo terrestre desde
el amplexus, las larvas están completamente formadas dentro de los
huevos que acarrea el macho. Entonces el macho se acerca al agua
para soltar la puesta. Al contacto con el agua, las larvas
eclosionan para nadar libremente. Permanecen en el agua hasta
completar la metamorfosis, lo cual suele coincidir con la época de
desecación de las masas de agua en verano. Los recién metamórficos
tienen un tamaño de entre 8,9 y 13,8 mm.
La máxima longevidad encontrada en la naturaleza es de 6 años para hembras y machos. La supervivencia semanal de las larvas varía entre el 75 y 99 %. Las diferencias de supervivencia entre charcas se explican por la profundidad de la charca y no por la abundancia de larvas, observándose tasas de supervivencia menores en charcas profundas.
La principal amenaza de esta especie es la pérdida de hábitat de bosque mediterráneo (donde viven los adultos) y la contaminación, canalización y urbanización de las masas de agua (donde se desarrollan las larvas). La introducción de especies alóctonas de peces y de cangrejos también amenaza la supervivencia de sus larvas.
Es considerado por la IUCN como especie casi amenazada (NT),
aunque no figura en el Libro Rojo de los Vertebrados de Andalucía y
es considerada no amenazada en el Libro Rojo de los Vertebrados de
Portugal