Medio Ambiente
Tanto los grupos ecologistas como APAG aplauden una medida que, junto con los muladares, servirá para alimentar a los buitres y reducir costes a los ganaderos.
La Consejería de Agricultura de
Castilla-La Mancha ha aprobado el depósito de animales muertos a un
total de 294 explotaciones de Guadalajara. Esto permite a los
ganaderos dejar los cadáveres en las denominadas zonas de
protección que se establecieron en el Decreto 120/2012. La medida
persigue un doble fin: por un lado, se pretende que sirva para
alimentar a las especies necrófagas, como los buitres, que han
protagonizado ataques a ganado vivo como consecuencia de la falta
de alimento; también servirá para ahorrar a los productores los
costes de retirada y destrucción de cadáveres.
Desde Ecologistas en Acción realizan un balance positivo de la
decisión adoptada por el Gobierno regional. Alberto Mayor, portavoz
provincial, recuerda que «llevábamos mucho tiempo pidiendo que se
permitiese volver a alimentar a los buitres». Además, apunta que
los cadáveres que se sitúen en estos puntos estarán controlados. No
es el único beneficio que destaca. Mayor también explica que, con
el uso de este sistema, se podrá garantizar el alimento para las
poblaciones de buitres de la provincia. Esto ayudará a mantener las
poblaciones de aves necrófagas más localizadas, además de reducir
los ataques que se han registrado sobre el ganado en la provincia.
Además de las 294 explotaciones aprobadas en Guadalajara, se han
autorizado otras 180 en Cuenca; 167 en Ciudad Real; 28 en Albacete;
y 6 en Toledo.
El presidente de la Asociación Provincial de Agricultores y
Ganaderos (APAG), Antonio Zahonero, explica que el elevado número
de explotaciones aprobadas en la provincia se debe, principalmente,
a dos motivos. El primero de ellos es precisamente la orografía de
Guadalajara, «que es más problemática que en el resto de la región,
donde todo es más llano». Además, recuerda que aquí predomina más
la ganadería extensiva. En segundo lugar, también considera que la
medida servirá para reducir los ataques tanto de buitres como de
lobos. «Aunque los lobos no pueden convivir con las ovejas, supongo
que harán menos daño si se les da de comer.» Considera que con esta
medida se pondrá fin a una situación que comenzaba a ser
«preocupante», aunque en las últimas semanas no se han registrado
nuevos ataques al ganado en la provincia.