Es difícil no quedar cautivado por los encantos de este pequeño pueblo que ha sabido combinar Historia y Naturaleza, y a la vez tradición y modernidad.
Cuenta la leyenda que antiguamente este
municipio se llamaba Fuentesaúco, pero durante la
reconquista de la provincia de Cuenca, el rey Alfonso VIII se
enfrentó en estas tierras a un poderoso ejército musulmán. Al ser
los cristianos minoría, el capitán se encomendó a la Virgen de los
Desamparados. Milagrosamente el ejército cristiano ganó la batalla
y el capitán dijo a sus soldados: «Buen día hemos echado». Y desde
entonces Buendía se quedó.
En 1578, gracias al cuestionario que mandó confeccionar Felipe II,
parece que tenía 900 vecinos (y unos cuatro o cinco mil
habitantes). Tuvo molinos harineros y de aceite y ganados lanar y
vacuno, así como unos baños termales que, al construirse el
embalse, quedaron bajo las aguas. Buendía es un pueblo tranquilo y
cuidado con esmero. Patria de emigrantes, como lo refleja la
escultura de una maleta dedicada a aquellos que tuvieron que
abandonar estas tierras para buscar un futuro mejor. Hoy apenas
viven 500 vecinos, la mayoría jubilados.
A la entrada del pueblo se encuentra un pequeño cerro horadado
por numerosas cuevas. Según los más ancianos del lugar antes había
más de 50 bodegas, donde se guardaba el vino que se producía en los
viñedos hoy anegados por las aguas del pantano.
Dentro del término municipal de Buendía se encuentra el embalse
del mismo nombre, que separa las provincias de Cuenca y
Guadalajara. Situado en el cauce del río Guadiela, afluente del río
Tajo, recibe también agua de los ríos Meridanchel, Garibay,
Guadamejud, Mayor y Garigay, entre otros de menor
importancia.
Esta enorme presa fue inaugurada en 1958, tiene una altura de
78,10 m., una capacidad de 1638 hm3, y ocupa una superficie de
8.194 ha. A su orilla se encuentran las localidades de
Buendía, Alcocer, Alcohujate, Villalba del Rey, las Gaviotas y los
Cabezos y las ruinas de Ercávica. Bajo sus aguas se encuentran
Santamaría de Poyos y los Baños de La Isabela.
Junto a los embalses de Entrepeñas, Bolarque, Zorita y Almoguera
forma el denominado «mar de Castilla». Junto al embalse de
Entrepeñas abastece de agua al trasvase Tajo-Segura.
Buendía estuvo rodeado por murallas de cal y canto, revestidas de
sillares, y en el Norte había una fortaleza del siglo XV, mandada
construir por Pedro de Acuña Albornoz.
Cinco puertas daban acceso al recinto: puerta Calzada, la del
Castillo, camino del Convento (hoy cementerio), calle Botica y
camino de La Isabela (frontón).
En la actualidad solo quedan en pie los originales de la puerta
Nueva, la del Castillo y la del Convento, así como los restos
de los muros norte y este de la muralla y paramento norte del
castillo. Hoy se mantienen los cinco arcos, pero únicamente son
originales los que se encuentran en la calle Puerta Nueva, el de la
fortaleza y el de la carrera del Convento (cercano al cementerio)
ya que el de la puerta del Sol y el de la puerta Calzada se han
construido recientemente haciendo una recreación de los
antiguos.
Las calles, concéntricas, siguen el patrón medieval con
ayuntamiento, iglesia y plaza mayor en el centro, de donde parten
las calles más importantes. El resto forma anillos concéntricos
siguiendo el trazado de las murallas. En las ventanas se pueden ver
magníficas rejas de los siglos XV-XVI y algunas, otras del XVII y
posteriores. Igualmente llaman la atención sus puertas: todavía con
gateras, algunas con las iniciales de los propietarios y el año de
construcción.
Plaza de la Constitución
La plaza de la Constitución es un lugar emblemático donde podremos
encontrar el ayuntamiento y la iglesia. En la fachada del
ayuntamiento encontramos los soportales, con un total de cinco
arcos. A su lado se encuentra la fachada de la Cámara del Duque
(antigua vivienda del conde ) donde podemos ver otros soportales
también con cinco arcos.
Iglesia parroquial de Buendía
La iglesia La Asunción de Nuestra Señora de Buendía es una de las
iglesias más grandes de la comarca. Con una superficie superior a
los 1000 m2 está dividida en tres naves, siendo la central la más
ancha. La iglesia de La Asunción es de estilo gótico, con fachada
principal barroca de estilo herreriano. Esta iglesia data de los
siglos XV y XVI, es totalmente de sillería y cuenta con ventanas
abocinadas y una espectacular torre que se encuentra en el lado
opuesto de la sacristía,
En el interior, llaman la atención un total de 8 espectaculares
columnas cilíndricas con acabados en forma de palmera o crucería de
estilo gótico. En el altar mayor se encuentra un retablo con las
tallas de la Asunción, la Piedad y el Santo Cristo realizado a
principios de los años 60 en la Comunidad Valenciana y pagado
gracias a la donación de la chatarra de un avión que se estrelló en
1958 en la sierra del pico del Águila, perteneciente a Buendía, en
el cual perdieron la vida seis personas. Muchos vecinos del pueblo
acudieron a socorrer a las víctimas y por ese motivo se donó al
pueblo de Buendía la chatarra del aparato para venderla.
También podemos encontrar, muy cerca de la sacristía, tres
capillas: la del medio es la capilla de la patrona de Buendía,
Nuestra Señora de los Desamparados. También en la parte de la
entrada encontramos otra capilla, en este caso la de Jesús el
Nazareno. Y en la parte trasera del coro podemos encontrar la
capilla donde se encuentra la pila bautismal. Esta iglesia cuenta
con dos entradas siendo la entrada de atrás también de estilo
renacentista
Durante la Guerra Civil la iglesia de Buendía sufrió un gran
número de desperfectos: se destruyeron las campanas, varias
imágenes y un espectacular órgano que se encontraba en el coro,
entre otras muchas otras cosas.
Museo del Carro
En el edificio del antiguo pósito pío, más conocido como Casa
Tercia, encontramos un museo dedicado al carro, medio que
hasta hace muy pocos años se utilizaba tanto para el transporte de
personas como de distintos tipos de mercancías.
El Museo del carro se encuentra en la planta baja de la Casa
Tercia que data de los siglos XV y XVI. Está hecha de sillarejo y
en el interior cuenta con los tradicionales trojes (en este caso
son arcos de piedra) que se utilizaban para guardar y separar los
distintos tipos de productos.
El Ayuntamiento de Buendía compró algunos de los carruajes
expuestos en el museo, pero otros han sido donados por vecinos de
la localidad. Todos ellos fueron restaurados en el año 1997 por
vecinas de la localidad mediante un módulo de formación profesional
de restauración.
Actualmente el Museo cuenta con un total de 12 carros, además de
otro tipo de objetos como un trillo, dos romanas, una aldaba, una
cabrilla y el antiguo reloj de la villa. Entre los carros hay que
destacar, por su interesante historia y uso, los siguientes:
Calesa: Se utilizaba para traer el correo desde Huete y tiene una
escalera extensible de dos peldaños, que facilitaba el acceso a la
caja de los viajeros. Tenía capacidad para cuatro personas.
Diligencia: Se utilizaba para hacer la línea Buendía-Madrid y
Madrid-Buendía y, dependiendo del estado de los caminos, tardaba de
tres a cinco días en llegar a su destino. Era de una lanza y se le
podía enganchar un número de caballos superior a dos.
Carro de una lanza: Más conocido como Carreta. Iba tirado
normalmente por dos bueyes y se utilizó para el transporte de la
piedra para la construcción de la presa de Buendía.
Tartana: Usada por el médico de Carrión de Calatrava (Ciudad Real)
para prestar sus servicios a los pueblos cercanos a dicha localidad
manchega. El interior de este carro cuenta con tapizados de estilo
acolchado. Iba tirado por un solo animal que solía ser un
caballo.
Galera: Este carruaje se utilizaba para el transporte de mercancía
como podía ser trigo, paja… o el de personas, bien para realizar
excursiones o incluso como barrera en los festejos taurinos. Este
carro estaba tirado por dos o más mulas.
Como nota curiosa todos los carruajes suelen llevar sistema de
freno; podían ser de manivela o de rueda y hacían que se desplazara
el taco de madera o metal que frenaba el carro. Además, todos los
carros están identificados por sus matrículas algunas de ellas de
madera y otras de chapa.