Recetas sencillas para la protección de cultivos hortícolas, frutales y jardines.
La lucha contra enfermedades y plagas es uno de los capítulos más difíciles de la agricultura biológica. En un artículo anterior de SOLANA tratamos algunas medidas preventivas: evitar el exceso de riego - especialmente, el riego por aspersión-, evitar el monocultivo, atraer animales beneficiosos (arañas, escarabajos, aves insectívoras, reptiles, anfibios), entre otras medidas. En cuanto a medidas preventivas merecen una mención especial las infusiones, decocciones y maceraciones de plantas medicinales. Las infusiones se hacen como un té, se calienta agua y, cuando hierve, se echa la planta elegida, se tapa, se apaga y se deja reposar y enfriar (más o menos 100gr de planta por litro de agua).
Las decocciones son iguales, pero dejaremos cocer el agua con la
planta durante media hora. Se emplean sobre todo raíces y partes
duras de las plantas.
La maceración en frío o purín se hace sumergiendo en agua las
plantas durante un mínimo de 10 días. Diariamente se debe remover
con energía o se escancia sobre otro cubo varias veces para que la
mezcla se oxigene y tengamos una fermentación aerobia (con oxígeno)
y no una putrefacción anaerobia.
Muchas son las plantas con propiedades medicinales para el huerto:
ajo, cebolla, flor de diente de león, flor de capuchina,
manzanilla, valeriana, ajenjo, etc. Pero especialmente útiles son
la decocción de Cola de Caballo (se puede recolectar en terrenos
calcáreos o comprar en herbolarios) que, por su alto contenido en
Sílice, es un preventivo eficaz contra las enfermedades
criptogámicas (las producidas por hongos) de frutales, patatas,
tomates, cebollas, rosales, etc. También es muy efectivo el purín o
maceración en frío de ortigas que, pese a su desagradable olor,
sirve para activar las defensas de las plantas, así como de abono
foliar, al tiempo que ahuyenta pulgones, arañas rojas y otros
insectos.
Para cuando la prevención no basta y tenemos que enfrentarnos a
ataques de enfermedades y plagas, encontramos algunos remedios
sencillos, baratos y de baja toxicidad:
Caldo Bordelés: para prevenir y contener los
ataques de muchos hongos, como mildiu, abolladura, antracnosis,
monilia, roya, lepra o abolladura, repilo y otras. Se consigue con
una mezcla de 100gr de Sulfato de Cobre, 300gr de cal viva
(previamente apagada y enfriada) y 10l de agua. Se mezcla todo y se
remueve para aplicarlo, después de filtrado, con mochila aspersora
o difusor. Se le puede añadir un litro de leche para conseguir una
mayor adherencia, y decocción de cola de caballo para lograr más
efectividad antifúngica.
Azufre y caldos azufrados: para hongos como el
oidio, erinosis y acariosis. Espolvorear azufre micronizado o flor
de azufre directamente sobre las plantas. Mezclado con una lechada
de cal (las proporciones del caldo Bordelés) es eficaz también
contra cochinillas, ácaros y otros insectos perjudiciales.
Insecticidas vegetales: la nicotina es eficaz
contra pulgones y cochinillas, mata larvas y huevos. Es preferible
macerar hojas de la planta de tabaco, que es mucho más potente que
el tabaco de los cigarrillos. Por su toxicidad no está permitido en
agricultura biológica, pero sí en jardinería. La rotenona y el neem
son otros dos insecticidas de amplio espectro, son baratos y
bastante seguros, aunque hay que repetir los tratamiento a cada 10
días porque son biodegradables. El Pelitre es otro insecticida
natural efectivo. Con estos tres insecticidas podemos preparar un
caldo siguiendo las siguientes proporciones: 1ml de Neem o
Rotenona, 1l de agua y 10-20gr de jabón blanco o casero.
Tratamientos vitalizantes no vegetales:
espolvorear sobre las plantas polvo de rocas silíceas, arcillas,
cal apagada (sobretodo en suelos de Ph ácido, como el de nuestra
comarca), extractos de algas calcáreas (Linthontame), dolomita.
Aceites vegetales: se aplican como tratamientos
de invierno para frutales en la lucha contra las larvas y huevos de
insectos, musgos y líquenes. En agricultura ecológica sólo están
permitidos los aceites blancos de origen vegetal. Se puede utilizar
aceite de oliva o de girasol (300-500ml de aceite, 10l de agua,
100gr de jabón).
Bacillus Thunriengiensis: bacterias eficaces
contra todas las larvas de lepidópteros, es decir orugas. Mezclar
1gr de polvo por litro de agua que aplicaremos con difusor sobre
los cultivos atacados, coles, fresas, etc.
El Neem, el sulfato de cobre, el azufre y otros muchos productos
se pueden encontrar, entre otros sitios, en Manuel Riesgo (C/
Desengaño, 22 Madrid 28004 Tel.- 91531 1956). La rotenona, el
Bacillus Th se comecializan en tiendas de jardinería y agricultura,
y las plantas medicinales en herbolarios. Se puede obtener más
información en la web de la Asociación Vida Sana
(www.vidasana.org) y otros muchos sitios de Internet.
Fernando Llorente Arrebola: Gestor Ambiental