Revista 70
Número 70

Vencejo-volandoVencejo común

Junto con las golondrinas y los aviones, los vencejos (Apus apus) son los pájaros estivales
por excelencia. No solo nos deleitan con sus vuelos acrobáticos, además son unos grandes depredadores de insectos molestos como mosquitos, moscas y polillas.

Fotos: AGE

 

La silueta de este formidable volador es inconfundible:  alas largas y arqueadas, que recuerdan la hoja de un sable, cola relativamente corta con una escotadura o ahorquillamiento no muy pronunciado y el color de su plumaje son características bien conocidas y realmente populares. Visto en vuelo es casi totalmente negro. Si se puede observar muy de cerca o coger en la mano, se aprecia su garganta blanca en contraste con el resto del plumaje. En la espalda y dorso de las alas se le notan reflejos verdosos. El vientre es negro con franjas pálidas en los flancos y cerca ya del nacimiento de la cola. Los ojos son muy grandes, en proporción al tamaño de la cabeza, y están muy hundidos en las cuencas. También es desproporcionado el cuerpo, muy corto frente a la ancha y aplastada cabeza. Las alas son muy largas y cuando las pliega sobresalen más allá de la cola. El pico es muy corto y débil, pero la boca resulta desproporcionadamente ancha y grande y con ella el pájaro captura una gran cantidad de insectos al vuelo, incluso mientras se desplaza a gran velocidad.


Aunque no se posa voluntariamente en el suelo casi nunca, alguna vez puede ser sorprendido sobre una roca o una estaca. Las patas son cortas y débiles, pero las uñas están muy afiladas y penetran fácilmente en la piel de la mano cuando se los coge. El plumaje de los jóvenes vencejos es casi idéntico al de los adultos y únicamente puede distinguirse por la diferente superficie clara de los bordes de las plumas de las alas, pero este detalle solo se aprecia viéndolos juntos.


Hábitat y costumbres

Netamente aéreo, sus largas alas y su capacidad de vuelo le permiten pasar prácticamente todo el día en el aire, comer, beber, bañarse e incluso copular sin necesidad de aterrizar. También puede pasar la noche sobrevolando las nubes y, de hecho, los vencejos jóvenes no reproductores lo hacen a menudo. Su vuelo rápido y su gran tamaño lo diferencian bien de los hirundínidos: golondrinas y aviones. Vistos de cerca no existe duda alguna puesto que el color de su plumaje es totalmente negro frente al blanco de las partes inferiores de aquellos. Sin embargo, cuando todos vuelan a considerable altura y no pueden ser comparados entre sí los tamaños ni se distingue la coloración, suele haber confusión a la hora de identificarlos si no se atiende a otras características como la forma de vuelo, silueta de las alas, etc. Su voz es también inconfundible, en nada se parece a la de la golondrina y es más fuerte y prolongada que la de los aviones comunes.

 

Clasificación científica

Nombre común:

Vencejo común

Nombre científico:

Apus apus

Familia:

Apodidae

Orden:

Apodiformes

Longitud:

16-17 cm.

Envergadura:

42-48 cm.

Peso:

25-50 gr.

Longevidad:

Hasta 15 años

Estatus:

Migrador

Al volar baten las alas con enorme rapidez, pero alternan estos períodos con otros de prolongados planeos con ellas bien extendidas y arqueadas hacia atrás. A veces aprovechan corrientes ascendentes de aire para elevarse, pero se ayudan con batidas de alas rápidas y prolongados planeos. Los vencejos son generalmente considerados los más veloces de los pájaros, aunque esto no es seguro y normalmente no vuelan a la velocidad que serían capaces físicamente de alcanzar. Cuando comen vuelan a 40 km por hora y en otras ocasiones se han podido medir velocidades de 100 km por hora. Las mayores velocidades las alcanzan en intervalos cortos, cuando los pájaros se persiguen unos a otros efectuando frecuentes cambios de sentido y realizando giros a uno y otro lado del todo inesperados, pero estas no han sido todavía medidas.


Es curiosa la costumbre que tienen los vencejos de pasar volando muy rápidamente sobre la superficie de agua de una charca, un río o un lago e introducir en ella parcialmente la cabeza para, a continuación y ya en pleno vuelo, iniciar un temblor de todo el cuerpo, como si sufrieran un escalofrío y trataran de que las gotas de agua se esparcieran por todo el plumaje.


El vencejo común es una especie gregaria: vuela siempre en grupos, rara vez una pareja sola y ocasionalmente solo. Esto ocurre únicamente cuando alguna nidada queda retrasada en agosto y los adultos se afanan por separado en la caza de insectos. Muy a menudo los grupos vuelan a baja altura sobre campos y charcas, tratando de coger el mayor número posible de los insectos que sobrevuelan estos lugares. Con buen tiempo los vencejos vuelan a gran altura en amplios círculos, realizando espectaculares giros y chillando continuamente. En los primeros meses del verano y en días calurosos se les puede ver elevarse en espiral al atardecer y perderse de vista. Algunos regresan a los nidos, pero otros, los no reproductores, pasan la noche en vuelo a gran altura. Este es otro de los enigmas que tardó en ser aclarado por los ornitólogos.


Es difícil poder afirmar con seguridad cuál es la causa que induce a los vencejos a volar a tan gran altura. La posibilidad de capturar insectos que son arrastrados en grandes masas hacia lo alto por corrientes térmicas ascendentes no debe ser descartada. Sin embargo, hay que admitir en estos pájaros cierta afición a jugar en vuelo (análoga a la del ratonero común).


El mal tiempo con fuerte lluvia impide los vuelos de los vencejos y estos permanecen en sus agujeros incluso durante todo el día. Únicamente los que están cebando pollos se ven obligados a salir de vez en cuando para cazar insectos. A pesar de ello, los vuelos se reducen considerablemente y los pollos adelgazan mucho. Los vencejos pasan mucho tiempo en sus refugios y lo invierten en peinar el plumaje que necesariamente debe estar muy suave y liso para poder desarrollar sus altas velocidades habituales.


En condiciones normales los vencejos vuelan preferentemente en las primeras horas de la mañana, hasta el mediodía si no hace excesivo calor, reposando en las horas centrales del día y volviendo a ser muy activos al atardecer.


Puede decirse que los vencejos viven en toda la campiña, pero condicionados por los lugares adecuados para anidar. Esto les obliga a concentrarse preferentemente en ciudades y pueblos donde encuentran abundantes agujeros para refugiarse. Indudablemente se trata de una adaptación ecológica que ocurrió con el transcurso de los años, desde los acantilados y roquedos hasta las construcciones humanas. Su densidad en las ciudades es superior a la que existe en el campo. En aldeas, caseríos, roquedos del interior, acantilados marinos, etc. las parejas forman colonias reducidas y nunca comparables con las que hay en las ciudades. Generalmente se ven grandes masas de vencejos en los atardeceres sobrevolando la campiña. Se trata de todas las colonias que existen en un pueblo, que agrupadas vuelan a gran altura sin que las causas de esta asociación estén plenamente determinadas.


La voz característica del vencejo común es un chillido áspero y raspante, emitido sobre todo en vuelo y que podría reproducirse, aunque es innecesario por su popularidad, como «¡¡chiiirrr, chiiirrr, chiiirrr...!!» repetido y muy agudo, aunque frecuentemente con variantes que expresan el estado de ánimo de los pájaros. Estos gritos también son lanzados desde el interior de sus agujeros o en los nidos y, normalmente, los pájaros contestan a otros que pasan volando cerca. Al anochecer, los que ya están posados y recogidos en su refugio gritan un persistente «¡¡chik-chik-chik-chik!!». Las voces emitidas a coro, sobre todo durante los vuelos alrededor de la colonia, son a veces ensordecedoras y cuando los pájaros aún no han empezado a criar los chillidos tienen un tono diferente e inconfundible.

 

Alimentación

El vencejo se alimenta fundamentalmente del plancton aéreo formado por millones de minúsculos insectos que son arrastrados por las corrientes cálidas o bien por el mismo viento. Otros insectos de mayor tamaño son también capturados al vuelo, para lo que el vencejo lleva bien abierta su amplia boca. Es aeroplantófogo.


Así, el vencejo ceba  a sus polluelos con amasijos de presas que ha cazado previamente en el aire, haciendo «bolas». Una de estas bolas puede contener de 300 a 1500 presas (si son diminutas). Guarda cada bola en su cavidad bucofaríngea para dársela después a sus polluelos.
Entre las presas más consumidas por el vencejo están: Hymenoptera (abejas y avispas...), Diptera (moscas) y Neuroptera (Hormigas voladoras...). También pulgones y polillas.
El vencejo es muy beneficioso para el ser humano. En verano se come todos los mosquitos que nos pican, las polillas, etc. En los campos, ayuda a eliminar las plagas de insectos.

 

Nido

 

Reproducción

El anillamiento ha demostrado que los vencejos adultos retornan normalmente al mismo agujero donde anidaron el año anterior. Los jóvenes, de un año de edad, seleccionan un lugar y forman parejas, pero a pesar de que también construyen un nido, no se reproducen. Lo ocupan dos meses (junio-julio) y retornan a él al siguiente año para criar si han sobrevivido. Sucede a menudo que uno de estos pájaros encuentra su nido destruido y entonces se ve forzado a buscar otro lugar, pero ya como adulto. Se producen entonces duras luchas entre los intrusos y los ocupantes de un agujero. Estos combates son duraderos, a veces el día entero, y los pájaros se enzarzan mutuamente por las patas tratando de arañarse.


Los machos adultos forman pareja con la misma hembra del año anterior. Esto no significa que se emparejen de por vida, puesto que cada uno de ellos se separa al iniciar la emigración otoñal y se reúne nuevamente en la primavera siguiente. Los ornitólogos han comprobado que, en exactamente las tres cuartas partes de las parejas observadas, los dos adultos retornan en días diferentes, variando el intervalo entre uno y veintiún días. También se ha observado la partida otoñal durante cuatro años y se ha comprobado que, igualmente, en más de las tres cuartas partes de las parejas, los dos miembros abandonaban el agujero en días diferentes. Sin embargo, una cuarta parte de los pájaros llegan o marchan en el mismo día, aunque esto puede ser razonablemente debido a la casualidad y no hay que suponer que ellos se mantengan en compañía durante la migración. Probablemente los mismos vencejos se emparejan en sucesivas primaveras a causa de que ambos miembros de la pareja retornan al mismo agujero del nido. Algunas veces una nueva pareja llega a la vez a un nido. Presumiblemente se habrían unido ya antes en otro lugar del que habrían sido desalojados.


El cortejo nupcial de los vencejos es espectacular. Unos vuelan frente a otros y las rápidas persecuciones son constantes. De vez en cuando se observa la cópula en pleno vuelo. Esta situación ha sido objeto de bastante controversia y son pocos los ornitólogos que tienen este registro en su haber.


Los nidos son construidos en el interior de grietas, agujeros, desvanes, huecos para ventilación, aleros, bajo las tejas, etc. El lugar natural sería el agujero de un acantilado o roquedo y, de hecho, muchos vencejos continúan usando estos lugares. Ocasionalmente se han encontrado nidos en agujeros de árboles en los países mediterráneos.


La construcción comienza el mismo día en que la pareja está ya formada, después de que el segundo miembro de ella ha llegado. Ambos, macho y hembra, recolectan el material normalmente al vuelo, cogiendo con el pico cualquier cosa ligera que sea elevada a lo alto por el viento: Paja, hierba seca, pelos, borra de polvo, hojas, pétalos de flores, papeles, hilos, trapos, etc.


Todo este material es llevado al nido principalmente en la boca. El material es aglutinado con saliva formando una especie de corona poco profunda, para cuya situación se busca la esquina o rincón más alejado del agujero de entrada. Al usar año tras año el mismo agujero y nido se acumula allí considerable cantidad de material y porquería. La puesta comienza normalmente a finales de mayo, pero hay también puestas en la mitad del mes. Casi siempre dejan 3 huevos, algunas veces 2 y muy pocas veces 4. Ponen con un intervalo de 2-3 días y los huevos son blancos, sin brillo y lisos. Jourdain da para 100 huevos un promedio de medidas de 25 x 16,32 mm con un máximo de 28 x 17,6 mm y un mínimo de 23,5 x 14,3 mm. El mal tiempo prolonga la estancia en el nido de los jóvenes vencejos porque la alimentación entonces es escasa, realmente llegan a pasar hambre, y muchos mueren. Vuelan después de 5-8 semanas y en cuanto salen del nido ya son independientes. En esta época se recogen muchos caídos en el suelo, bajo las colonias, que son incapaces de levantar el vuelo por sí solos y no saben todavía caminar por el suelo, aleteando y apoyándose en los codos como hacen los adultos para tomar impulso.


Posiblemente las masivas pulverizaciones de insecticidas sobre cultivos que tradicionalmente rasean en vuelo vencejos e hirundínidos, tengan una influencia capital sobre la supervivencia de estos pájaros. Y no digamos nada de la creciente contaminación atmosférica por gases letales que cada día es mayor sobre el techo de las grandes ciudades.

 
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