Medio Ambiente
El principal motivo son los recortes que se han producido debido a la crisis económica.
La Asociación Profesional de Agentes
Medioambientales (APAM) ha dado a conocer el efecto que la
crisis económica está teniendo en su día a día. Según señalan desde
la Asociación, la Brigada de Investigación de Incendios Forestales
(BIIF) ha pasado de investigar en torno al 90 % de los fuegos que
se declaraban en la provincia «a entre el 10 o el 20 %»,. El
principal motivo son los recortes que se han producido. «Antes
teníamos presencia física, estábamos siempre en pareja y salíamos
en cuanto sonaba la alerta de un incendio». Ahora tienen que
esperar la orden del técnico y en algunos casos reunirse, ya que
están en diferentes ubicaciones, según indican. «Eso hace que
hayamos pasado de un tiempo de respuesta medio de 30 minutos a otro
de horas». Y el tiempo de reacción, aseguran, es fundamental para
su trabajo.
Hace una semana se daban a conocer las causas que habían provocado
los incendios más graves registrados durante el verano en la
provincia. Detrás de esos resultados se encuentran los agentes
medioambientales del BIIF. «La Guardia Civil se apoya en nuestros
informes para hacer sus investigaciones», aunque ellos también
tienen capacidad de abrir diligencias en caso de que la situación
lo requiera. Ellos son los primeros en llegar al lugar en el que se
produce un incendio. Una vez allí, leen las pistas que han dejado
las llamas hasta descubrir el área de inicio. «Hay que fijarse el
lado por el que ha pasado el fuego al quemar la vegetación, una
valla o una roca», señalan como ejemplo.
Una vez localizada el área de inicio, se acota y comienza el
tamizado de la zona. «De rodillas y con un pincel» buscan las
pruebas que ayuden a determinar el origen del fuego. Una colilla,
un papel, lo que sea. «Es aquí donde más se nota el aumento de los
tiempos de respuesta. Antes llegábamos los primeros y acotábamos la
zona. Ahora puede que lleguemos cuando el fuego ya está extinguido
y pueden haber pasado hasta camiones por el área de origen», con la
consiguiente destrucción de pruebas que eso puede suponer. «Hacemos
el trabajo más duro. Pasamos horas allí, buscando».
Lo único que lamentan es que, debido al incremento que se ha
producido en los tiempos de respuesta, a los incendios que no se
investigan hay que sumar los que tampoco se llegan a esclarecer.
«También ha aumentado el porcentaje de incendios de los que no
descubrimos las causas».
Desde APAM Castilla-La Mancha recuerdan que la mayor parte de los
incendios tienen su origen en la acción del ser humano, lo que no
quiere decir que sean intencionados, que de hecho son los menos.
«Donde más fuegos hay es en las zonas colindantes con la capital».
Lugares con cultivos donde hay acción humana frecuente. Accidentes
con maquinaria agrícola, colillas de cigarro o chispas que saltan
de las vías del tren son viejos conocidos. «Realmente los fuegos
intencionados son los que se producen con menos frecuencia, pero
también son los que más daños producen». Eso no quiere decir que no
existan. De hecho, en estos momentos hay algún caso que se está
investigando. «Llevan más tiempo».