Carabias es un pueblo minúsculo, sus ocho habitantes han evitado que pase a engrosar la lista de pueblos abandonados. Pese a su tamaño, alberga una de las joyas del Románico en Guadalajara.
Carabias es un pueblo antiguo, muy antiguo. Está situado en la cuesta de los Yesares a una altura de 1010 m sobre el nivel del mar. A los pies del pueblo se encuentra una llanura, dedicada a tierra de labor, recorrida por tres pequeños arroyos. A una parte los vecinos la llaman La Vega y a la otra, algo más pequeña y situada un kilómetro al oeste, El Tesoro. En este lugar estuvo ubicada una importante necrópolis celtibérica. Actualmente, de esta necrópolis apenas quedan un montón de piedras, colocadas por el propietario del terreno en una esquina de la finca y la mayoría de ellas partidas por la reja del arado, ya que estas tierras no se han dejado de cultivar a pesar de encontrarse aquí tan importante yacimiento. Fue el marqués de Cerralbo quien excavó la necrópolis, posiblemente en 1917. Los objetos que se encontraron en las tumbas se enviaron al Museo Arqueológico Nacional de Madrid, donde algunas de las piezas halladas se encuentran expuestas al público. Entre los objetos encontrados figuran varias falcatas, agujas de coser y pinzas de bronce, discos de bronce, pulseras, fíbulas, broches de cinturón, bocados de caballo, cuchillos, etc. Gracias a la fecha de estos objetos, se piensa que la necrópolis se usó desde finales del siglo VI a. C hasta la época romana.
El paisaje que se divisa desde el pueblo es una llanura suavemente ondulada donde se alternan las tierras de labor y manchas de monte bajo. Como tantos pueblos de Guadalajara, a mitad del siglo pasado sufrió la emigración de la mayoría de sus gentes y hoy apenas viven 8 personas, aunque este número aumenta considerablemente los fines de semana y en las vacaciones. Administrativamente Carabias, como la mayoría de los pueblos vecinos, depende de Sigüenza situada a nueve kilómetros.
El caserío de Carabias, en general, está bien conservado. Las
construcciones utilizan principalmente la piedra como materia
prima, aunque también se pueden ver edificios levantados con adobe
y tapial. Hay numerosas casas que han sido restauradas con gran
esmero, conservando la planta y estilo original y creando un
conjunto armónico e integrado.
Sin duda la joya de Carabias es la iglesia de El Salvador, un
templo románico rural del siglo XIII de planta rectangular y una
sola nave, rematada por un ábside de cabecera plana y con una
torre-campanario de planta rectangular y de dos campanas, situada
en el lado meridional del ábside.
El templo dispone de portadas en las fachadas sur y oeste. La de
poniente, más sencilla, de arco de medio punto, está formada por
una arquivolta de dovelas lisas, apoyadas en columnas dobles de
fuste liso, capiteles con decoración vegetal e imposta.
El acceso al templo se puede efectuar desde las fachadas este,
oeste y norte, que dan paso al pórtico sur, de arco de medio punto,
formado por tres arquivoltas, la intermedia lisa y la interior y
exterior con baquetón sogueado. Esta última se apoya en columnas de
fuste liso mediante capiteles sencillos cuya decoración está muy
deteriorada.
Especialmente destacable es la galería porticada, que se extiende
parcialmente por el lado norte y cubre completamente los lados sur
y oeste del templo. El ala sur está dividida en dos por una ancha
pilastra; cada lado dispone de siete arcos de medio punto sobre
columnas pareadas de fuste recto y capiteles con decoración vegetal
(acanto).
El ala oeste actualmente presenta cinco arcos iguales a los del ala sur, en dos grupos de uno y cuatro arcos, separados por uno más amplio enfrentado al pórtico oeste. Finalmente, el ala norte también muestra un vano de acceso con escalones que salvan el desnivel de la zona respecto a la galería.
Estas galerías porticadas anexadas a los templos románicos son una
singularidad que sólo se dio en Castilla, y sobre todo en las
provincias de Segovia, Soria, Guadalajara y, en algunos casos, en
Burgos, como en la zona de la Sierra de la Demanda. Los pórticos de
arquerías se solían levantar en la fachada meridional del templo,
por ser esta la más soleada ya que en estas tierras los inviernos
son muy rigurosos. Aunque también la galería porticada se podía
erigir en dos o tres lados de la iglesia. La iglesia de Carabias es
uno de los pocos ejemplos que nos han llegado donde el pórtico
abarca los tres lados, e incluso pudo rodearla por completo. Estos
pórticos de arquerías podían contar con columnas sencillas o
pareadas. En este caso las columnas son dobles y los capiteles
presentan decoración foliácea.
El pórtico románico en este contexto histórico cumplió una
importante función en la vida urbana del Medievo. Aquí se
desarrolló la vida corporativa de los gremios y el concejo, que
solían reunirse en el atrio porticado. Carabias cuenta con el
pórtico más grande de la provincia de Guadalajara.
En el interior del templo, a la izquierda del pórtico, se sitúa el
baptisterio con una interesante pila bautismal y un coro elevado,
bajo el que se sitúa la sacristía.
El templo, fue reformado en el siglo XVII sobreelevando la nave y
restaurado en el siglo XX. Esta iglesia fue declarada Monumento
Nacional en el año 1965.