El polígono industrial La Llave de El Casar (Guadalajara) es
indignante y repugnante, no hay mantenimiento, todo está sucio.
Además el Ayto. tiene un basural donde lavan los camiones de la
basura justo al lado del ALDI, donde se venden alimentos.
Para el colmo de los colmos los bomberos vienen desde Madrid y de
todos lados para hacer sus practicas para apagar los incendios
quemando contenedores y contaminando toda la zona y alrededores,
además utilizan la boca de riego del agua sin pagar por el consumo
y que los demás vecinos pagan para el mantenimiento del pozo y la
estación de bombeo. Las parcelas están sin desbrozar, inclusive las
zonas colindantes pertenecientes al Ayto. no se desbrozan... las
sanciones por no desbrozar son altas, pero no se aplican al propio
Ayto. de El Casar !!!, otras parcelas acumulan escombros en varios
metros de altura...es un verdadero vertedero y la indignación de
los empresarios allí es cada vez mayor. El presidente del polígono,
un tal Gutierrez incumple todos los reglamentos porque tiene
aparcados remolques, camiones, neumáticos y basuras en la vía
pública a pesar de las denuncias de los vecinos, este polígono está
"destruido" por la dejadez y la soberbia de los que están en el
poder. Tableros eléctricos al descubierto, peligro de incendio,
basuras por todos lados, calles rotas y sin barrer, depósitos de
vehículos y maquinarias en las vías públicas, zonas verdes secas y
sin riego, etc. etc. es hora de cambiar esto, basta de porquerías,
queremos un polígono industrial atractivo que atraiga la inversión
y no a la basura.
Más bien debería llamarse vertedero industrial en lugar de
polígono.
Como ex- presidente y primer presidente del Pol. Ind. en los años
2003 es muy indignante para mi ver el deterioro tan grande que está
sufriendo el polígono industrial, espero que esta carta sirva para
que se entienda que es necesario que se tomen medidas serias y que
se respeten las reglamentaciones vigentes para que el Pol. Ind. de
El Casar vuelva a ser atractivo para las empresas y para los
emprendedores.
Ing. Ricardo L. Muller
Soy un sufrido conductor con más de 25 años de carné. En todo
este tiempo he hecho millones de kilómetros cruzando países,
regiones y provincias. También atravesando poblaciones en las
que obedeciendo las normas de circulación detuve mi coche miles de
veces ante el paso de peatones de turno para dejar cruzar a quien
por allí coincidiese conmigo.
Esta experiencia, combinada con mi curiosidad por el
comportamiento humano y la progresiva y acelerada degeneración de
su conducta me han llevado a ordenar una clasificación del
viandante en función de su manera de actuar cuando de cruzar la
calle se trata.
Y así, comenzando por la persona respetuosa y terminando en el
individuo descerebrado, encontramos grosso modo las siguientes
categorías:
El 'Ciudadano Ejemplar' que no es otro que quien se detiene ante
la sucesión de rayas, mira a un lado y a otro, calcula su tiempo y
el de los vehículos que se acercan y analizando estas variables
cruza o no y lo hace más rápido, incluso corriendo, o más
lento por la ausencia de premura. Cabe decir que el ciudadano
ejemplar, lejos de ser la única especie de peatón, es un ejemplar
en vías de extinción.
Bajando un escalón encontramos ya una serie de estropicios de homo
erectus peatonalis, quien unas veces sea por alteraciones de la
psique, otras por un físico fallón y en la mayoría de ocasiones por
disfunciones coco -body, es incapaz de cruzar la calle sin hacer el
pazguato de alguna manera.
Está muy extendida por la piel de toro el llamado en este ranking
'PEATÓN INDIGNAO' (que no indignado), aquel que según encamina su
cuerpo hacia la calzada sin más pensar o calcular, simplemente
enarbola de manera simbólica la declaración universal de los
derechos humanos versión 'ojo que voy a cruzar' en concurso con la
declaración de los derechos del niño que lleva de la mano. De todo
ello surge una situación de peligro que genera, de manera
automática una situación de incomprensión mutua y velado desprecio
entre el conductor que pasa, que trae a su memoria a la madre que
trajo al mundo al peatón mientras éste le mira con mucho desprecio
pero no por el cuasi atropello físico, sino ¡por el atropello de
sus derechos de ciudadano completamente memo!
De esta mirada nos sale una subdivisión que va desde el
simplemente 'indignao' hasta el 'perdonavidas' que nos clava
la mirada cual cuchillo, pasando por el 'voceras' que nos deleita
con algún berrido desacompasado, o incluso el 'batería' que te toca
una batucada en el maletero con las palmas de las manos.
Otro que destaca por su conducta lamentable es el 'DUEÑO DE LA
CALLE'. Este se pone a cruzar y a la vez que mira
subrepticiamente, piensa y actúa: "tienes prisa conductor capullo,
pues yo cruzo más despacito". Simultáneamente el conductor está
pensando en el peatón con un calificativo que empieza por gili y
acaba por pollas pero que no voy a decir porque queda feo. El
'Dueño de la Calle' cuando llega al otro lado se siente el tío más
macho del mundo, aunque a veces le rocen el culo con el retrovisor
por pura impotencia y desesperación. Entonces tenemos un hibrido
que es el 'DUEÑO DE LA CALLE INDIGNAO', no sin cierta dosis de
razón.
Y siguiendo la tendencia actual de jugarse la pelleja por lo que
sea y sin razón aparente, cual 'Balconing' a ras del suelo, incluso
están ganando enteros otras conductas que nos llevan a la categoría
de 'EL SUICIDA', aquel que dobla la esquina, enfila, llega y
cruza sin más, provocando una colisión de vehículos en cadena al
obligar al frenazo inopinado. En esto tengo yo una experiencia más
bien fresca aunque tengo que decir en descargo del pobrecillo
viandante que era invidente. Si, ciego. Bueno y lo sigue siendo,
que no me lo cargué seguramente porque llevaría una estampita de
Santa Lucía bien pegada al trasero.
Por último llegamos al 'TORERO', que no es otro que aquel que
gusta de arrimar el cuerpo al paso de un imaginario morlaco de
chapa y capa zaína metalizada. Y toreros hay muchos y de muy
variados estilo y categoría: desde 'el maletilla' que amaga y se
aparta hasta el que le gusta el contacto. Y dentro de estos últimos
están los tipo 'Enrique Ponce', que pueden ser cogidos y los 'José
Tomás' que seguro que un día serán arrollados para gloria de no se
sabe quién ni por qué.
¿Cuál es su grupo? Espero que sea del primero, recibirá sonrisas y
gracias.
Manolo Ruiz