Posiblemente, muchos de ustedes solo
relacionan este término con un programa de televisión donde
un grupo de personas son encerradas en una casa y durante las
veinticuatro horas se graban y emiten todos sus movimientos y
conversaciones, mostrando a todo el mundo sus miserias. Sin
embargo, el término Gran Hermano lo acuñó el escritor
británico George Orwell en su novela 1984. En su texto,
Orwell describe a una sociedad sometida y controlada a través de la
información que se obtiene de espiar a cada individuo. El Gran
Hermano gracias a la tecnología sabe cuales son los gustos de
los ciudadanos, sus inquietudes y sus miedos y utiliza este
conocimiento para controlar y someter a los individuos.
Como casi siempre la realidad supera a la ficción y, aunque no
seamos conscientes de ello, el mundo descrito por Orwell ya está
aquí. Hoy no es necesario torturar a las personas para obtener
información: la entregamos voluntariamente para así reafirmarnos
como individuos. Ingenuamente pensamos que cuando estamos en
nuestra habitación sentados frente al ordenador nadie nos vigila.
Cada vez que nos conectamos a internet perdemos el anonimato y
dejamos un rastro de datos personales, a través no solo de la web y
las redes sociales, sino de todas las nuevas tecnologías, el
internet de las cosas y los servicios telemáticos. Algunos
precavidos ya sospechan que su privacidad está siendo vulnerada y
tapan la cámara de su ordenador. Es una técnica rudimentaria, pero
revela que ya no se sienten seguros frente a la pantalla.
Todos los datos registrados en cualquier ordenador y sobre
cualquier persona o cosa, pueden estar hoy en día en la red: desde
el DNI al nº de Seguridad Social, nº de teléfono móvil, de tarjeta
de crédito o débito bancaria, de cuenta bancaria, historiales
académicos, médicos, militares, expedientes judiciales (y con ello
antecedentes penales), todo sobre tu permiso de conducir e
historial de multas, el IRPF y demás datos fiscales que lleva
Hacienda, etc. Cualquier dato que esté anotado digitalmente en
alguna parte, puede estar en internet a disposición de todo aquel
que sepa manejar esa información. Esta inseguridad es la excusa
perfecta para ejercer más control por parte del Gran
Hermano, sacrificando, una vez más, nuestra libertad a cambio
de mayor seguridad.
Últimamente hemos sabido que Hacienda investigará a los ciudadanos
españoles en las redes sociales para ver si muestran (a través de
las fotos que suben a internet y sus comentarios en las redes
sociales) un tren de vida que no corresponde a sus ingresos
declarados, para proceder entonces a las investigaciones fiscales
correspondientes. Así que cuidado con las fotos que suben a
Facebook, Twitter, Instagram, etc., porque si presumen de un reloj
de marca, o se hacen una foto cerca de un coche caro El Gran
Hermano y la Agencia Tributaria, procederán a
investigarlo.
Rogelio Manzano Rozas