La villa de Ayllón se encuentra en la parte noreste de la provincia de Segovia, lindando con las provincias de Guadalajara y Soria. Durante muchos años, debido a su ubicación, fue la cabecera de una comunidad de villa y tierra que englobaba pueblos de las tres provincias denominada Comunidad de villa y tierra de Ayllón.
A la entrada del pueblo un cartel nos informa de que estamos en uno de los pueblos más bonitos de España; desde luego Ayllón tiene una gran riqueza arquitectónica y cultural. La villa medieval está catalogada como conjunto histórico artístico de carácter nacional desde 1973. Para entrar en el casco urbano hay que cruzar el puente románico sobre el rio Aguisejo, en el cual nadan confiados patos y cisnes sin que nadie les preste mucha atención. Tras cruzar el puente nos encontramos con una de las tres puertas que tenía la villa, conocida como «el arco» y que hoy es la entrada principal al casco histórico. En su parte superior destacan cuatro escudos que identifican a las cuatro familias más ilustres de Ayllón.
Nada más cruzar el hermoso arco nos encontramos con el Palacio de
los Contreras, un edificio enorme y majestuoso levantado bajo las
ordenes de Juan Contreras en 1497. En su fachada destaca un
cordón franciscano sobre la puerta principal y tres escudos de
armas inclinados, algo totalmente inusual en la época. En su
interior se pueden ver unos preciosos artesonados, perfectamente
conservados, de diferentes estilos que indican el mestizaje
cultural que vivió la comarca en la Edad Media.
Dejamos atrás el Palacio de los Contreras y llegamos a la plaza
Mayor porticada que es el lugar más representativo de la villa y
donde se pueden ver algunos de los edificios más emblemáticos del
lugar. En uno de los extremos se encuentra el sobrio y elegante
edificio del Ayuntamiento, que en
sus orígenes fue el primer palacio de los marqueses de Villena,
y a su izquierda se encuentra la iglesia románica de san Miguel. En
el centro de la plaza hay una fuente de cuatro caños, construida en
1892 para conmemorar el IV centenario del descubrimiento de
América. Es una lástima que la plaza Mayor sea usada como
aparcamiento: los coches colapsan la hermosa plaza y le quitan gran
parte del encanto y belleza. Hasta ahora ningún alcalde se ha
atrevido a regular el tráfico y el estacionamiento en el lugar ya
que algunos comerciantes piensan que habría menos afluencia de
público. Se equivocan, ya que el espacio que ocupan los vehículos
lo ganarían las personas que podrían apreciar mejor la esencia
medieval del lugar. De nada sirve presumir de ser uno de los
pueblos más bonitos de España si los lugares más representativos se
usan como parking.
Como ya hemos dicho uno de los edificios más interesantes de la
plaza Mayor es la iglesia de san Miguel. Este edificio tiene un
encanto especial. El edificio es fruto de la combinación de
distintos estilos arquitectónicos. Los restos más antiguos de la
iglesia datan del siglo XII aunque se hicieron añadidos y
modificaciones hasta el siglo XVIII. El resultado es un conjunto
equilibrado con un encanto y una magia muy especiales. Hasta
1993 fue la casa del párroco, pero entonces se llevó a cabo su
última restauración, que dio al edificio su aspecto actual. Hoy es
sede de la Oficina de Turismo y paso obligado para todos los que
quieran conocer los secretos de Ayllón. También se usa su interior
como marco incomparable para representaciones teatrales,
conciertos, exposiciones y toda clase de actividades culturales y
artísticas.
En su interior se puede contemplar el bello ábside románico con
capiteles foliados y canecillos que sostienen una cornisa trenzada.
También se encuentra en el interior la sepultura de D. Pedro
Gutiérrez de César y su segunda esposa, D.ª Juana Enríquez,
marqueses de Villena y tesorero y secretario él de D. Diego I López
Pacheco. La sepultura estaba situada originalmente en la iglesia de
san Juan, en una capilla gótica dedicada a san Sebastián y cuya
finalidad era albergar los cuerpos de la familia anteriormente
citada. En las letras góticas esculpidas en el alabastro del
precioso sepulcro se puede leer: «Aquí yacen sepultados los muy
nobles señores el tesorero Pedro Gutiérrez y María Álvarez de
Vallejo, su mujer, que fue natural de Escalona, fundadores y
dotadores de esta capilla. Falleció el tesorero año de 1531…»
Cuando a mediados de los años sesenta del siglo pasado se vendió la
iglesia de san Juan a un particular los vecinos trasladaron el
sepulcro hasta la iglesia de san Miguel.
Muy cerca de la plaza Mayor se encuentra la iglesia de santa María
la mayor. El majestuoso edificio se levanta en el espacio donde
anteriormente existía una vieja parroquia que se hundió en la
madrugada del 4 de marzo de 1697. En apenas cuatro años se levantó
el nuevo edificio; el 20 de octubre de 1701 se dieron por acabadas
las obras. La nueva iglesia es de estilo neoclásico, con planta de
cruz latina y cúpula en el crucero y todo el techo está decorado
con molduras de yeso. También cuenta con un coro y una torre
rectangular en el frontispicio. El retablo del altar mayor
pertenecía al convento de san Francisco, desde donde fue trasladado
una vez aprobada la desamortización de 1840. En la zona del coro se
encuentra una pequeña pila bautismal tallada en piedra que es una
auténtica joya.
El elemento más representativo de esta iglesia es su imponente
campanario, de 40 metros de alto. En el cuerpo superior se abren
seis arcos para albergar a otras tantas campanas: cuatro al frente
y una a cada lado. Y sobre el campanario se alza la espadaña
con tres vanos para las campanas.
Hasta el año 1085 el pueblo se encontraba en el cerro que domina
el actual núcleo urbano y todavía hoy se pueden ver los cimientos y
restos de los edificios de entonces, como el castillo del siglo XI
que fue casi destruido en 1295, durante las luchas entre los reyes
y la nobleza. El legado más visible de aquella época es la torre de
La Martina, con una espadaña donde colgaban dos campanas y que
servía tanto de campanario como de torre vigía. Puede que este sea
el monumento más emblemático de Ayllón dado que domina desde las
alturas todo el casco urbano.
Desde La Martina y a través del paseo de las Bodegas podemos ir a
la parte más desconocida de Ayllón, los Paredones. Estos enormes
muros de tapial fueron levantados por los árabes como parte de su
fortaleza. Están hechos con la tierra recogida a pie de obra y en
ella se pueden encontrar numerosos restos arqueológicos procedentes
de los asentamientos que a lo largo de la historia ocuparon el
lugar.
Otra iglesia importante de Ayllón es la iglesia románica de san
Juan. Levantada en el siglo XIII, de la antigua construcción solo
queda un ábside con tres arcos de medio punto de tres arquivoltas.
En el siglo XVI se levantó en el mismo lugar una capilla gótica por
los marqueses de Villena. El edificio se vendió a un particular a
mediados de los años sesenta del pasado siglo. Actualmente parte de
la iglesia está dedicada a museo.
A la salida del pueblo, en dirección a Aranda de Duero, se
encuentra la portada románica de la antigua ermita de san Nicolás.
Hoy la ermita ha desaparecido y su lugar lo ocupa el antiguo
cementerio. Esta portada es uno de los ejemplos más importantes del
románico de Ayllón.
Siguiendo esa misma carretera y a un kilómetro escaso se
encuentra otra de las joyas de este lugar, el convento de san
Francisco, o lo que queda de él. Fundado en 1214 por san Francisco
de Asís sufrió un incendio y se reconstruyó entre 1733 y1738. Lo
más destacable es su imponente espadaña y su fachada de
sillería.
Como otros edificios de la iglesia fue expropiado en la
desamortización de 1840 y actualmente es un complejo hotelero que
se dedica a la celebración de convenciones y eventos. Otro
convento en manos privadas es el de las Madres concepcionistas. La
iglesia es de planta grecorromana y de estilo románico con
bóveda de cuatro tramos. Pasó a manos privadas en el año 2007
y actualmente es una hospedería cuyas habitaciones son las que
fueran celdas de las monjas durante más de cinco siglos.
Además de los edificios militares y religiosos Ayllón cuenta con
un buen número de edificios con un uso civil. Uno de los más
relevantes es el palacio del Obispo Vellosillo, construido en el
siglo XVI por orden de Fernando de Vellosillo, hijo destacado de
Ayllón que llegó a ser obispo y señor de Lugo. El edificio fue
comprado por un particular hasta que, a mediados del pasado siglo,
el Ayuntamiento lo recuperó como bien público.
Actualmente, el edificio acoge la biblioteca y el Museo de Arte
Contemporáneo de Ayllón, que cuenta con una colección de arte de
gran valor de artistas como Barjola, Lucio Muñoz, Genovés,
etc.
Como hemos visto fueron muchos los que poblaron estas tierras.
Seguramente los primeros los celtíberos, según muestran los restos
arqueológicos encontrados en el cerro donde se levanta la torre de
La Martina. Después llegaron los godos, los visigodos, los árabes y
los cristianos. Por la villa pasaron Alfonso VI, Alfonso VII,
Fernando III, y Fernando IV, María de Molina y el Cid Campeador.
También pasaron por aquí santos como san Francisco de Asís, san
Vicente Ferrer o santa Teresa de Jesús.
Juan II concedió el señorío de la villa de Ayllón a don Álvaro de
Luna, quien en 1423 sería nombrado condestable de Castilla, hecho
que se celebra en la actualidad el último sábado del mes de
julio.
Para mostrar su rico patrimonio el Ayuntamiento ha tenido la
brillante idea de organizar visitas guiadas teatralizadas que, en
un recorrido por las calles de la localidad, representan momentos
históricos ocurridos en ella desde el siglo XIII hasta nuestros
días. Se trata de un recorrido de aproximadamente una hora y
cuarenta y cinco minutos de duración dirigido por un guía y en el
que se recrean seis escenas teatrales.
Visitas guiadas teatralizadas en Ayllón
Teléfono de reservas: 680 717 278