Revista 92
Número 92

Fuente-en-la-plazaTerzaga

Terzaga es un pueblo de orígenes remotos, con el nombre Tercage y Tercegüela, aparece en algunos documentos del señorío molinés del siglo XII siempre en relación a sus salinas. De origen bereber, la palabra Tercage significa sabinar.

 

Debido a su emplazamiento junto al río Bullones, y con algunos de sus vallejuelos en cuencas de arroyos salinosos, Terzaga fue, y sigue siendo, un pueblo de salinas; viejas fuentes de riqueza cuya explotación en ocasiones, como en esta, se ha preferido cesar, aunque hace siglos fueron más estimadas que los bosques, que los buenos terrenos de cultivo y que los propios pueblos.


Según la tradición oral hubo un castillo árabe en la conocida como Peña del moro. También quedan restos de torres de vigilancia y en los manantiales de Fuentejimena aparecieron fragmentos cerámicos islámicos. El topónimo de este último paraje tiene reminiscencias cidianas. Por aquí debió pasar Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador, en su viaje de Burgos a Valencia en el siglo XI.

 

Esquina


Terzaga debe su fama en gran parte a sus salinas, que fueron muy importantes durante la Edad Media. El conde D. Pedro Manrique de Lara las cedió al monasterio de Santa María de Huerta y luego la quinta señora, doña Blanca, en su testamento de 1293, las donó a su caballero Juan Fernández. En el siglo XIV, cuando el señorío se entregó al rey Pedro IV de Aragón, este se las legó a su cortesano García de Vera. Pasaron poco después al mayorazgo molinés de los Mendozas de Molina, condes de Priego, a partir del siglo XV.


Terzaga siempre ha vivido de la agricultura (cultivo de cereal) y la ganadería (principalmente ovina). Los extremos inviernos obligaban a practicar la trashumancia, trasladando los rebaños por la cañada conquense hasta Sierra Morena.

 

Vista-desde-carretera


Entre los personajes ilustres de Terzaga figuran Victoriano López Gonzalo (1735-1805), obispo de Tortosa, y Francisco Fabián y Fuero (1719-1801), obispo de Puebla de los Ángeles (México) y arzobispo de Valencia. A este último, clérigo ilustrado y filántropo, se debe la construcción de la iglesia de Terzaga. También dotó al pueblo de maestra para la enseñanza de las niñas. Hizo una fuente, habilitó un camino, levantó la torre con reloj del ayuntamiento y compró casa para el maestro.


Terzaga siempre fue un pueblo pequeño, en 1850 contaba con 190 almas y un siglo después había crecido hasta 290 personas. En el año 2014 solo 19 personas habitaban de continuo el pueblo. Durante el verano el pueblo se llena con los jubilados y los niños que aprovechan las vacaciones estivales para devolverle la vida.


Caminando por sus calles se pueden ver numerosos ejemplos de arquitectura popular, abundando en ellos las rejas y los hierros de gran belleza. En las afueras del lugar, sobre la Rambla, se puede admirar una gran casona molinesa con buen número de portalones, rejas, escudos, etc., en su fachada. Es una obra del siglo XVII, perteneciente a una familia de ganaderos del lugar. De mucha devoción es la ermita de Nuestra Señora de la Cabeza, en los montes cercanos.

 

Puerta


Sin duda el edificio más representativo de Terzaga es su iglesia, obra del arquitecto José Martín de Aldehuela, el "Borromini español", se construyó entre 1772 y 1778. Junto a la catedral de Sigüenza, la parroquia de Alcocer, o Santa María de la Peña, en Brihuega, es uno de los ejemplos más relevantes de la arquitectura religiosa en la provincia de Guadalajara. De entre las más de 500

iglesias que en ella existen, la de Terzaga está, sin ninguna duda, entre las diez primeras. El templo es uno de los pocos ejemplos de barroco rococó español. La encargó y pagó el entonces arzobispo de Valencia, Francisco Fabián y Fuero, natural de Terzaga. Tiene una torre campanario coronada con un chapitel de principios del siglo XX, muy similar al Giraldo de Molina de Aragón. La portada procede de una iglesia anterior del siglo XVII. Cuenta con una sola nave de esbeltas y simétricas proporciones y, sobre el crucero, una linterna octogonal de ladrillo. Sorprende la belleza de su decoración interior con motivos ornamentales en escayola, múltiples efectos lumínicos a partir de los óculos, los lunetos y ventanales diversos, hornacinas, cornisas, líneas curvas y abovedamientos. Son interesantes los retablos que conserva, el principal con una talla de la Asunción. En verano de 1996, gracias a la colaboración de todo el pueblo, se reacondicionó el interior del templo. En 2010 se restauraron el tejado, la fachada y el atrio exterior. Desafortunadamente hay algunas intervenciones en la restauración del edificio que desmerecen el conjunto, como la pintura de la bóveda central que más bien parece obra de algún aficionado bastante chapuzas. El profesor Muñoz Jiménez dice respecto a este templo: «En general la iglesia de Terzaga sorprende por la variedad, y la calidad, de los motivos ornamentales en escayola, y por la multiplicidad y fantasía de los efectos lumínicos conseguidos por medio de los óculos, los lunetos y ventanales diversos» (muchos de ellos hoy tapados).

 
Contacto:
Tel: 620 61 21 82
eMail: revistasolana@gmail.com
Web: www.revistasolana.es
Director: Rogelio Manzano Rozas
Diseño: Rogelio Manzano
Foto Portada: Rogelio Manzano
Fotos Excursión: Rogelio Manzano
Colaboran:
Fotos Fauna: AGE
Corrección: Silvia Soldado
Viñeta: Miguel Arqués
Foto Portada: Miguel Angel Larrea