Revista 94
Número 94

Golondrina dáurica

Es una especie de origen africano y asiático de costumbres más agrestes que la golondrina común y que se ha expandido con gran éxito por la Península Ibérica a lo largo del siglo XX. La primera cita sobre ella en España data de 1921 en Cádiz; desde entonces, su expansión ha sido constante, resultando especialmente intensa entre 1950 y 1980. Su nido, en forma de iglú invertido y con entrada a modo de túnel, es muy característico. La presencia de esta golondrina ha facilitado la entrada a otro colonizador africano, el vencejo cafre, que utiliza sus nidos para criar.

Golondrina-Daurica-volando

 

La apariencia es similar a la golondrina común, pero hay diferencias notables. La golondrina dáurica Cecropis daurica tiene el dorso negro con reflejos azulados, y el vientre blanco sucio, con flancos anaranjados y algunas rayas tenues. Los rasgos más característicos de la especie son la nuca y la cara, anaranjadas y del mismo color que el obispillo. Las alas, largas y apuntadas, son más anchas que en la golondrina común y muestran tonos naranjas en la parte inferior delantera. Posee una cola muy larga y muy ahorquillada de color negro azulado, uniforme, tanto por arriba como por abajo. Tiene patas cortas sin emplumar, boca muy ancha y pico corto, plano y negro. Ambos sexos son iguales. Los jóvenes poseen las partes superiores pardas oscuras con tonalidades azules en la cabeza y espalda; el obispillo es más pálido y las rectrices exteriores de la cola más cortas. Los sexos se distinguen difícilmente en vuelo. En la mano, por las rectrices más cortas en la hembra y su menor brillo en el plumaje.
Esta ave se observa frecuentemente cerca de puentes y roquedos y exhibe un vuelo ágil, rápido y acrobático.

 

Hábitat y costumbres

Habita en campo abierto con pocos árboles, pero no los rehúye y a menudo puede ser vista en parejas, o pequeños grupos, posándose en ramas bajas sin hojas o secas. Ocupa también zonas de montaña media, colinas, valles fluviales y cortados rocosos con abundantes cuevas, incluso en acantilados marinos y roquedos próximos a poblaciones, aldeas, edificios viejos, puentes, etc.
Evita el interior de las poblaciones, aunque ocasionalmente pueda establecerse en zonas suburbanas de los pueblos. En las zonas de mayor densidad se aprecia una tímida ocupación de viviendas en pueblos y pequeñas ciudades.  Pero resulta más numerosa en zonas de altitud media, entre 500 y 1.000 metros y se han citado nidos incluso a 1.600 metros de altitud.

 

Clasificación
científica

Nombre común:

Golondrina Dáurica

Nombre científico:

Cecropis daurica

Familia:

Hirundinidae

Orden:

Passeriformes

Longitud: 

12-15 cms.

Peso:

25 gr.

Envergadura:

25-30 cms.

Longevidad:

5 años

Estatus:

Migrador

La golondrina dáurica se parece en sus actitudes y vuelo más al avión común que a la golondrina común. Normalmente evoluciona en amplios círculos y no realiza cambios de sentido tan repentinos como aquella. Sus alas son menos apuntadas y su vuelo es más reposado y suave, pero ágil y alegre. Alterna rápidos batidos de alas con planeos prolongados y a menudo vuela a ras del suelo, aunque parece preferir una altura media. En determinadas épocas y circunstancias, como la presencia de una nube de mosquitos sobre una charca, pueden concentrarse un buen número de dáuricas. Es un ave muy mansa y permite la aproximación del hombre a distancias algunas veces de 3 y 4 metros. Gregaria en migración, cuando ésta va a comenzar los grupos familiares se unen entre sí y se posa toda la familia en lugares prominentes, habitualmente en los cables del tendido eléctrico.


Su voz es inconfundible cuando vuela. Suena como un trino débil o tenue, pero ciertamente áspero. Al examinar los nidos de cerca los adultos sobrevuelan al intruso lanzando continuamente una nota de alarma que podría representarse como un agudo ¡¡kiit!! El canto se parece al de la golondrina común, pero es menos sostenido y musical. A partir de abril y cerca del lugar donde van a anidar cantan incesantemente. Se las oye también mientras construyen el nido.


Las aves españolas invernan en África, supuestamente en el oeste del Sahel. Las primeras regresan a nuestro país en febrero, aunque la llegada masiva se produce en marzo y abril. Abandonan los nidos en agosto y septiembre, y se reúnen en pequeños grupos premigratorios. El paso a través del Estrecho ocurre sobre todo en la segunda mitad de septiembre y la primera de octubre, con citas también en noviembre. Un pequeñísimo número de ejemplares podría invernar de modo irregular.

 

Alimentación

La golondrina daúrica es un ave insectívora, muy beneficiosa para el hombre y el control de plagas naturales, al alimentarse de insectos que captura fundamentalmente en el aire. Su dieta se basa en el consumo de moscas, mosquitos, hormigas voladoras, avispas, chinches y pequeños escarabajos. El método de captura consiste en vuelos acrobáticos de persecución, más lentos y más planeados que en la golondrina común. Suele cazar en solitario o en pequeños grupos, a veces asociada a otras especies de hirundínidos. Las proximidades de ríos, charcas, lagunas y zonas donde el ganado pasta libremente, le facilitan una abundante y variada provisión de insectos.

 

Golondrina-Dáurica-en-el-suelo

 

Reproducción

Anida bajo puentes, escaleras de piedra, techos de edificios, en el interior de cuevas, en alcantarillas de carreteras, etc., haciendo el nido siempre en un plano horizontal. Ambos adultos recogen barro con el pico y las pellas son adosadas al techo hasta formar un nido que tiene la forma de una pera cortada a la mitad longitudinalmente o más bien de ánfora. Es parecido al del avión común salvo que la entrada tiene una especie de embudo de boca ancha. Al barro añade algún otro material como hierba seca o paja. El interior está levemente forrado con plumas y algo de lana.


Las primeras puestas se producen a partir de la mitad de abril, pero más a menudo en mayo, cuando todavía hay muchos nidos en construcción. La mayor parte de las puestas están formadas por 5 huevos, pero también son habituales las de 4.  Los huevos son blancos, con poco brillo y más bien alargados.


La puesta y el comienzo de la incubación pueden empezar antes incluso de que la entrada del nido esté terminada y, a menudo, mientras uno incuba el otro continúa aportando barro para hacer «el cuello de ánfora». Ambos adultos se alternan en la incubación y los dos se posan corrientemente en el nido a la vez. A los 14-15 días nacen los pollos, escasamente cubiertos de un plumón grisáceo.

 

Los dos adultos les alimentan con insectos en un ir y venir incesante, acompañado por su característica nota áspera, y a los 23-25 días ya salen del nido los jóvenes, que vuelan bastante bien, pero regresan al atardecer acompañados por sus padres y duermen todos juntos. Esta situación dura por lo menos 20 días más. Se distinguen entonces bien de las dáuricas adultas por tener las partes inferiores muy pálidas, sin el rayado o estriado de algunas de aquéllas en los flancos y los lados del pecho.


La población española, poco conocida, podría alcanzar las 100.000 parejas, con su mejor zona en Extremadura. Los resultados obtenidos entre 1998 y 2005 por el programa SACRE reflejan una fuerte tendencia al aumento, que se estima en casi un 5 % anual.

 
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